24 de junio del 2022: Argentina entró en default ambiental
Los problemas ambientales, en sus diferentes formas, están cada vez más latentes en el mundo y Argentina no escapa de esta realidad. La gran mayoría de los recursos naturales son limitados, por lo que la biocapacidad, concepto actual para denominar estos recursos, por supuesto que también lo es. Hoy, y desde hace ya mucho tiempo, hay un consumo de recursos en pos de una producción no sostenible que está completamente en discordancia con lo que el planeta o el ambiente puede proveer.
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Buscando demostrar de alguna forma cuantitativa y clara este grave problema, en 1990 la asociación Global Footprint Network (GFN) comenzó a calcular el impacto de las actividades del ser humano en nuestro mundo. Por lo que desde ese año el GFN emite el reporte denominado Día del Exceso de la Tierra o en inglés The Earth’s Overshoot Day, donde se señala el día que se agotan los recursos naturales del año y el momento que comenzamos a gastar recursos que corresponden al próximo año, entrando en un default ambiental.
Según el análisis de la huella ecológica (indicador que mide el impacto de las actividades antrópicas sobre los recursos naturales) hoy 24 de junio, Argentina ya utilizó los recursos naturales que debía durarle al menos 365 días, es decir todo el año. Por lo que nuestro país entro en default ambiental y a partir de mañana ya estaremos utilizando la biocapacidad del 2023.
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El señalamiento del default ambiental es una iniciativa del GFN que busca generar conciencia en la población al demostrar lo rápido que las personas consumismos los recursos del planeta, y con ellos la misma Tierra, para logar cambios en el consumo el cual se necesita para evitar y mitigar la crisis ambiental o ecológica.
El año pasado Argentina entró en el Default ecológico 29 de julio, por lo que este año la situación se agravó.
¿Cuándo el planeta entrará en default ambiental este 2022?
La fundación proyecta que para el 28 de julio la Tierra agotará el presupuesto ambiental o ecológico del 2022, entrado en default ambiental al comenzar a utilizar los recursos del próximo año.
Para calcular esto se tiene en cuenta el consumo global, los recursos disponibles y la capacidad de los ecosistemas para reponer esos recursos. Según el consumo global actual para abastecer las “necesidades” con los recursos y servicios ecológicos se necesitaría un planeta con 75 % más de biocapacidad de la existente.
Cabe destacar que Argentina no es el país que más rápido llega a agotar sus recursos naturales. Los más industrializados suelen agotarlos primeros. Por ejemplo: Francia los agotó el 5 de mayo, Estados Unidos el 13 de marzo, China el 2 de febrero y Rusia el 19 de abril.
Nuestro país está un mes por debajo del promedio global.
El planeta en peligro
Si bien el default ambiental es algo de cierta forma simbólico, no cambiar esta situación solo conlleva en una crisis ambiental y ecológica aun mayor donde los diferentes problemas ambientales no solo van a afectar a la naturaleza, sino que van a afectar la calidad de vida de las personas de forma severa y empeorarán cualquier crisis económica.
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La contaminación de los espacios naturales, la perdida de la biodiversidad, la deforestación, el cambio en el uso del suelo, el Cambio Climático y los efectos negativos del calentamiento global; aumentando la temperatura mundial y produciendo deshielo acelerado, los incendios forestales, sequías y cambios adversos en el clima. Todos estos problemas son producidos en gran medida por la actividad humana.
¿Qué dice el ministro de Ambiente Juan Cabandié sobre el de default ambiental de Argentina?
”Es necesario tener en cuenta que Argentina no es de los principales consumidores de recursos ni contaminadores a nivel global“, indicó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y agregó: “Nuestro país, así como muchos de los países de la región, hacen posible que el mundo sostenga estos niveles de huella ecológica a partir de la preservación de sus bienes naturales“.
De todas formas, admite: “Esto es una evidencia más de la forma en la que estamos planteando nuestros modelos de producción y consumo, y nuestra forma de relacionarnos con nuestro entorno, que no son sostenibles. Debemos modificar nuestras prácticas productivas y el transporte urbano, comercial y de carga, transformar la matriz energética, además de aumentar las áreas protegidas“.
