La reconocida revista argentina realizó una tapa con Catalina Amalia, princesa de Orange en donde confesaba que lucía con orgullo su talla “plus size”.
La polémica tapa de Caras con la hija de Máxima Zorreguieta
La revista Caras lanzó una polémica foto en donde se ve a Máxima Zorreguieta y a su hija mayor Catalina Amalia, princesa de los Países Bajos y heredera al trono por ser la hija mayor del rey Guillermo y de la reina.
Sin embargo, la tapa tenía un título que decía que la hija lucía con orgullo su talla “plus size” que significa talla grande y que la princesa “defiende su figura de ‘mujer real'”, haciendo un juego de palabras con su pertenencia a la realeza y su condición física.
Esto generó tal repudio en los usuarios, que la emblemática revista de espectáculos tuvo que salir a aclarar en una editorial de su directora, Lily Castano: “Con todos sus títulos reales no pudo esquivar el bullying y su historia puede resultar inspiradora. Su fortaleza, cómo sobrellevó ser la princesa “plus size”, cómo la llamaban en Holanda y el apoyo de su familia, es lo que revela la nota”, dijo.
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Castano apela a que leer todo el texto, ayudará mucho a un debate constructivo: “La fugacidad de quedarse sólo con la lectura del título puede ser mezquino o quizá alcance para ejecutar la dosis de sentencia diaria”, reflejó.
Y avala a que la tapa es a favor de “tirar por la borda todo aquello que nos esclaviza y estigmatiza. Nuestra intención, a lo largo de casi 28 años de vida, ha sido rescatar lo que inspira, visibilizar la inclusión y darle voz a los que muchas veces no tienen el merecido espacio”, concluyó.
Además dentro de su descargo hace mención a lo que ocurrió con el video viral de Oriana Sabatini, quien reflexionó sobre las críticas hacia el cuerpo: “En los últimos días, Oriana Sabatini, harta de la idealización y con ganas de andar más liviana y no de kilos, le pintó exhibir lo que menos le gusta de su cuerpo y escribió en su Instagram qué es lo que le hubiera gustado ver cuando era adolescente, porque la hubiera ayudado mucho. Después de 10 años de convivir con trastornos alimenticios y de su último atracón, la hija de Cathy Fulop, liberó sus fantasmas y los de millones de almas.
