Violento robo a una despensa de barrio Loyola Sur
Un violento robo ocurrió este miércoles por la tarde en un autoservicio de barrio Loyola Sur de la ciudad de Santa Fe. Dos delincuentes armados amenazaron y redujeron a dos empleados y una clienta y se llevaron dinero, celulares y computadoras.
Todo ocurrió minutos antes de las 20, cuando los ladrones llegaron en moto y con total violencia ingresaron al comercio ubicado en José Pedroni al 6.700, exhibieron sus armas de fuego y redujeron a dos empleados y una clienta que se encontraba allí exigiéndoles dinero y sus elementos de valor.
Además, uno de los delincuentes tomó por el cuello a uno de los empleados y con una cuchilla lo obligó a caminar de rodillas hasta el cuarto trasero para llevarse dinero, celulares y computadoras.
Antes de retirarse del lugar, uno de los ladrones hirió con el arma blanca a la perra de los propietarios del comercio provocándole un corte en el hocico.
La violenta secuencia quedó registrada en las cámaras de vigilancia del lugar y fue la propia dueña quién contó lo sucedido en Sol Play.
“Nosotros dejamos ingresar a la gente apretando un botón para que puedan abrir la puerta pero estos individuos aprovecharon el momento que unas nenas salían después de comprar”, relató Luisa. “Ingresaron con armas y a fuerza de presión a apurarnos para que les diéramos el dinero”, agregó.
“Entraron, redujeron a los empleados atrás del mostrador y a mi yerno lo agarraron del cuello y lo llevaron caminando de rodillas hasta a la altura del mostrador de la carnicería, agarraron un cuchillo y se lo pusieron en el cuello”, continuó y contó: “Lo llevaron allí caminando hasta que me encontraron a mi que salí a ver que pasaba y nos llevaron adentro de la casa y ahí les tuve que entregar todo el dinero que había dando vueltas”.
“Como la perra estaba muy nerviosa, cuando volvían, se da vuelta y le da con el cuchillo entre el ojo y el hocico y la lastimaron“, dijo.
“Estamos muy cansados de tanta inseguridad, tanto agobio con toda esta manera de vivir. No se puede trabajar así“, sostuvo y concluyó: “La ciudad en sí está complicada y ellos son dueños de las calles, hacen lo que quieren y nosotros que somos lo que trabajamos tenemos que estar encerrados entre cuatro paredes y todo el tiempo con el corazón en la boca viendo que no nos pase nada. No es justo trabajar así”.
