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Murió el director de culto Jeff Burr, reconocido por sus secuelas de famosas películas de terror

El cineasta norteamericano falleció a los 60 años. Fue responsable de las secuelas de algunas de las franquicias más reconocidas del género como La Masacre de Texas, Puppet Master y Pumpkinhead.

El adiós a Jeff Burr, pilar del cine de terror

Los cinéfilos, en especial aquellos amantes del cine de terror, recuerdan la figura de Burr como responsable de algunas de las secuelas más delirantes de las mejores franquicias del género. Contando casi siempre con presupuestos acotados y una notable inventiva artística, sus películas pasaron a la historia como obras de culto, que son reivindicadas con el pasar del tiempo por nuevas generaciones de espectadores. Jeff Burr falleció el pasado martes en Dalton, Georgia, según informó el actor Ric Spudic a The Hollywood Reporter, a causa de complicaciones tras un derrame cerebral.

Nacido en Aurora, Ohio, el 18 de julio de 1963, Burr creció en Dalton, Georgia, una ciudad pequeña pero que influyó notablemente en su interés en el género de terror. Durante sus juventud frecuentaba la lectura de revistas de terror como “Castle of Frankenstein” o “The Monster Times“, un consumo cultural que alimentó su pasión por el horror. Esta fue su puerta de ingreso al cine de terror clase B, que eventualmente desencadenó sus primeras experimentaciones audiovisuales con películas Super-8, el comienzo de su carrera en el medio cinematográfico.

Burr estudio formalmente la carrera de cine en la Universidad del Sur de California (USC), pero abandonó luego de tres años junto a su compañero, el también director Kevin Meyer. Luego de dejar la casa de estudios comenzaron a trabajar en una producción titulada “Divided We Fall, un drama histórico sobre la Guerra Civil. La película se estrenó en 1982 y cosechó diversos elogios en festivales y certámenes internacionales.

Pero aunque sus orígenes demuestran un talento para el drama, su vocación estaría en el género de terror. Dirigió más de 15 películas de terror en el transcurso de su carrera, incluyendo proyectos originales y secuelas de grandes sagas cinematográficas como Puppet Master y Pumpkinhead. En más de una ocasión fue celebrado por su habilidad en el manejo de la tensión en pantalla y por la utilización de recursos narrativos innovadores.

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La obra de Jeff Burr

Su primera obra vinculada con el terror ocurrió en 1987, y se trató de la película antológica “From a Whisper to a Scream“. Esta experiencia estuvo marcada por la destacada participación en el proyecto del veterano actor Vincent Price, uno de los padrinos del cine clásico de terror y clase B. Price formó parte de una generación de intérpretes, junto a Christopher Lee, Peter Cushing y Lohn Carradine, llamada “los Maestros del Terror Gótico“. Tal era el peso de la figura de Price, que el film de Burr recibió buen recibimiento de la crítica, aunque no impactó de la misma manera en taquilla. De cualquier manera, la experiencia que atravesó Burr junto a Price sirvió como una suerte de “bautismo” que aseguró el interés del joven cineasta en el cine de género.

Otra de sus obras destacadas es, sin dudas, “Leatherface: La Máscara del Terror” (The Texas Chainsaw Massacre III, 1990), que expandió la saga iniciada por Tobe Hopper en 1974. Fue un proyecto desafiante para Burr, quien tuvo que lidiar con varias situaciones contraproducentes como cambios inesperados en roles de producción y la frecuente intervención de la MPAA (Motion Picture Association). El film contó con un presupuesto de 2 millones de dólares y logró recaudar 5,8 millones en taquilla, algo que consolidó el estatus de Burr como un director de culto dentro del género.

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Aunque Burr pasará a la historia por dirigir películas de terror, su obra alcanzó otros géneros. Como se dijo anteriormente, una de sus aficiones eran las historias bélicas, por eso en 2004 realizó el film ambientado durante la Segunda Guerra Mundial “Directo a la oscuridad” (Straight into Darkness), calificado por sus colegas como “el proyecto soñado” de Burr. Previamente, en 1992, dirigió “Eddie Presley“, que narraba la historia de un imitador de Elvis. Pero todos estos logros profesionales, que no reflejaron éxito económico en taquilla, despertaban dudas en el director, quien en más de una ocasión las expresó públicamente. Burr sentía frustración ante las dinámicas intrusivas de los estudios, los bajos presupuestos y otros obstáculos que se presentaban constantemente. En una entrevista en 2012, mencionó que “From a Whisper to a Scream“, “Eddie Presley” y “Straight into Darkness” son las únicas películas que consideraba realmente propias.

El legado cinematográfico de Burr seguirá vivo en funciones nocturnas y páginas especializadas. Además de celebrar su obra cinematográfica, sus colegas y amigos recuerdan a Burr por su pasión y dedicación por su familia, algo que lo llevó a tomar algunas de las decisiones más difíciles de su vida. Pero sus películas continuarán fascinando y asustando a las audiencias presentes y futuras. Mientras transitamos el mes de Halloween, nos preparamos para regresar a la filmografía de Jeff Burr.

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