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Santa Fe

Gambier: “Fue el lugar donde fui feliz”

Con una gigantografía en el ingreso a la ciudad bonaerense, Pellegrini homenajeó a su hijo dilecto, Miguel Angel Gambier. El Pampa eligió que usen una foto con la camiseta de Colón, el equipo que lo marcó a fuego.

No es necesario estar una eternidad en un club para reflejar ese sentido de pertenencia que hoy tanto se reclama. Tampoco es indispensable permanecer años y años con una misma camiseta para generar en el hincha ese reconocimiento que es sólo para unos pocos elegidos.

De este tipo de cuestiones puede dar Fe Miguel Angel Gambier, que en dos años conquistó el corazón de los hinchas de Colón y, al mismo tiempo, se enamoró para siempre de los colores rojo y negro.

Nacido el 6 de mayo de 1959 en la ciudad bonaerense de Pellegrini, el Pampa tuvo una trayectoria importante, donde vistió las camisetas de Deportivo Morón, Independiente, Platense, Gimnasia y Esgrima La Plata, Lanús y Rosario Central, con un paso por el Veracruz de México. Pero ninguna lo marcó tanto como la camiseta de Colón.

Artífice con sus goles de un retorno a Primera División que se demoró 14 años –en pocos días se cumplirán 21 años de aquella final ante San Martín de Tucumán- y protagonista de la permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino, el Pampa generó un amor eterno y recíproco con el pueblo Sabalero.

Aunque soñó con retirarse con la camiseta rojinegra, no pudo ser y buscó quemar sus últimos cartuchos en Los Andes, primero, y Costa Brava de General Pico y Huracán de Pellegrini, después.

No hace mucho, el Pampa Gambier recordó: “Me hubiese gustado irme de otra manera. Estaba contento por todo lo que había logrado con Colón. José (Vignatti) me había pedido que me quedara un año más, pero lamentablemente no pudo ser. Todo quedó en la nada”.

Los años pasaron y aquellas tardes de gloria quedaron atrás. Fue tiempo de dedicarse a su familia y volver a la ciudad que alguna vez lo vio partir cuando era un pibe. Hoy, el Pampa atraviesa un momento difícil, pero siente el afecto que lo rodea en Pellegrini y lo acompaña desde Santa Fe, donde dejó muchos y grandes amigos.

Hace algunos días, la ciudad de Pellegrini decidió homenajearlo y colocar una gigantografía suya en el ingreso sur a la ciudad. Antes de iniciar los trabajos, le preguntaron al Pampa con qué camiseta quería que fuese y no dudó: “Con la de Colón”, respondió. Cuando lo consultaron el porqué, habló su corazón: “Porque fue el lugar donde fui feliz”.

Recuerdo del ascenso de Colón en 1995

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