Barbie y Oppenheimer, dos éxitos de taquilla
Poco más de tres semanas han pasado desde que llegaron a las principales salas de cine internacional las nuevas películas de la realizadora Greta Gerwig y el cineasta Christopher Nolan. Producciones altamente anticipadas, que desde el comienzo generaron grandes expectativas entre los espectadores. Marcadas por las tendencias del momento, ambos filmes se vieron atravesados por una “espontánea” marea de marketing que se inició en vísperas del anuncio de su estreno simultáneo en cines. Así, dos películas que, en apariencia estética y narrativa, son extremos opuestos, comenzaron a coexistir mientras las tendencias en redes sociales y fanáticos de todo el mundo hacían el resto. El resultado rápidamente comenzó a reflejarse en las taquillas internacionales, que ya han recaudado cifras astronómicas, batiendo récords y proyecciones.
Esta semana, datos oficiales de Warner Bros. permitieron dar a conocer que Barbie, de Gerwig, alcanzó la cifra histórica de US$ 1.030 millones en taquilla a nivel mundial. Monto histórico, ya que la realizadora se convierte en la primera directora en solitario con una película con tal recaudación. Al respecto, el principal analista de medios de comunicación de Comscore, Paul Dergarabedian, señaló que “solo unas 50 películas en la historia, sin tener en cuenta la inflación, han alcanzado la marca de los 1.000 millones de dólares“.
Muchas teorías y visiones sobre el éxito comercial de “Barbie” comenzaron a circular en las redes y medios de comunicación. El analista jefe de BoxOffice Pro, Shawn Robbins, sostuvo que “la película ha impulsado el discurso de lo que generaciones de mujeres han amado y odiado de la marca y lo que a menudo ha representado en el pasado“, y agregó que la película “ha aprovechado conversaciones culturales sobre los roles de género y el empoderamiento femenino que no están limitadas por fronteras internacionales“.
Del otro lado de la brecha se encuentra la nueva megaproducción de Nolan, aclamado director responsable de películas como Memento, la Trilogía del Caballero de la Noche, Inception y El Gran Truco, entre varias otras. Sus métodos de producción y la manera en la que plantea sus películas en cuanto a los aspectos técnicos convirtieron a Oppenheimer en una de las películas más comentadas del 2023. La historia sobre el físico teórico responsable de la creación de la bomba atómica ya lleva recaudados US$ 552,9 millones en todo el mundo, de acuerdo a las estimaciones oficiales de Universal Pictures. Aunque se trata de la mitad de lo acumulado por Barbie, es interesante destacar que, según Universal, se trata de la película más taquillera ambientada en la Segunda Guerra Mundial.
La nueva película de Nolan ha tenido “un asombroso recorrido en los cines, aún más impresionante por su clasificación R, su duración y su temática, que, en manos de un cineasta de menor categoría y sin una estrategia de comercialización y lanzamiento espectacular, probablemente habría acabado siendo una mera nota a pie de página cuando se hace referencia al rendimiento de los dramas históricos en taquilla“, declaró Paul Dergarabedian.
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¿Qué es el fenómeno “Barbieheimer”?
¿Qué convierte a dos producciones completamente opuestas en estética y narrativa, en un fenómeno cultural simultáneo? Existen muchas visiones al respecto. Desde el estreno de las obras de Gerwig y Nolan, cientos de analistas, periodistas y críticos han iniciado el proceso de intentar comprender y descifrar este particular “fenómeno” de estos tiempos.
El día que se conoció que ambas películas llegarían al mismo tiempo a las salas de cine de todo el mundo, internet y las redes sociales comenzaron la habitual marea de memes e imágenes alteradas (como la que ilustra esta nota). La tendencia comenzó a crecer a medida que se acercaba la fecha de estreno y fue reconocida como fenómeno cuando el término “Barbieheimer” (fusión entre los títulos de ambos filmes) comenzó a ser reconocido y utilizado por los miembros artísticos y de producción de ambas películas.
Lo cierto es que el impacto de las redes sociales en la percepción del público en cuanto a consumos culturales genera una profunda influencia en el desarrollo industrial del cine norteamericano. Es un fenómeno de estos tiempos el que las productoras y los principales estudios de Hollywood utilizan las ideas, referencias, memes y diversos aspectos que circulan por internet para perfilar sus productos finales. Incluso podríamos señalar el rol que los internautas tienen en el futuro de una producción, pudiendo marcar el destino de la misma al manifestarse abiertamente en contra. Cuando una idea o un concepto nacido en internet adquiere fuerza y es reconocido, es prácticamente imposible ignorarlo. Y es algo que sucede en ambos extremos de la brecha, ya que por ejemplo, una campaña iniciada por fanáticos a través de redes sociales puede lograr que se realicen películas impensadas, apariciones sorpresa de actores/personajes, y otras peculiaridades como el fenómeno “Barbieheimer”.
