Así lo anunció el gobierno estadounidense a través de su embajadora en la ONU, Nikki Haley.
Desde Washington habían amenazado con retirar a Estados Unidos de ese Consejo debido a lo que consideran un sesgo en lo relativo a Israel y a su decisión de aceptar como miembros a países que, a juicio de Washington, tienen un historial deficiente en materia de derechos humanos, como Venezuela y Cuba.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, también exigió que el Consejo eliminara el punto 7 de su agenda, que aborda exclusivamente las violaciones de derechos humanos en Israel.
“Damos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y egoísta que se burla de derechos humanos”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
Pero agregó: “Al dar este paso no nos estamos retirando de nuestros compromisos con los derechos humanos”.
Este anuncio llega un día después de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunciara la separación de cientos de niños inmigrantes de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos en los últimos meses.
