Récord histórico para “Cuando acecha la maldad”
La nueva película de Demian Rugna, director de “Aterrados” (2017), ya estableció una marca sin precedentes en el cine de terror argentino, un género injustamente ignorado dentro de la cinematografía nacional. “Cuando acecha la maldad” logró vender 110.000 entradas en sus primeros 11 días en cartel y superó así la marca de los 99.400 tickets vendidos por “No dormirás” (2018).
A pesar del bajo porcentaje de público registrado durante el pasado fin de semana (en vísperas del balotaje electoral) la película de Rugna logró vender poco más 40.000 entradas entre jueves y domingo en 154 salas. Cuando generalmente (en base a las estadísticas) las películas argentinas de terror ven un deterioro en sus porcentajes durante su segunda semana, la de Rugna creció 1% en recaudación. En este contexto, las 110.000 entradas de “Cuando acecha la maldad” posiciona a la película cerca del podio del ranking anual del cine argentino.
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“Cuando acecha la maldad” en Santa Fe
Desde el 9 de noviembre, la película comenzó a llegar a las principales sales de cine de Argentina. A partir del jueves 16, la producción llegó a Santa Fe, y actualmente puede verse en la histórica sala del Cine América (Cine Club Santa Fe, 25 de Mayo 3075).
“Cuando acecha la maldad” se centra en dos hermanos que descubren la presencia de un hombre que ha sido “infectado” por fuerzas malignas, y pronto es revelado que se encuentra a punto de dar a luz a un demonio. Mientras intentan encontrarle sentido a los violentos hechos que ocurren a su alrededor, los hermanos buscarán la manera de evitar el nacimiento de la criatura y hacerle frente a la ola de violencia y terror que azota al pueblo. Rugna logra, con la eficacia que el género amerita, retratar una Argentina rural supersticiosa, que ha asumido la presencia de la maldad entre sus habitantes.
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Síndrome de la demonización: terror rural argentino y el odio a lo desconocido
Escribe Hernán Ceccato | IG: @hceccato
La nueva producción del director de “Aterrados” (2017) demuestra que el cineasta argentino conoce y sabe manipular los elementos que hacen a una buena película del género. Alejándose de los sustos fáciles, pero resaltando la violencia y el “gore”, Rugna ha logrado profundizar su mirada como creador, y quienes lo busquen, encontrarán en su nuevo proyecto subtextos y alegorías muchas veces ausentes en el cine de terror argentino.
El “encarnado” o “embichado”, son los conceptos utilizados por los personajes de “Cuando acecha la maldad” para referirse a aquellos que han sido alcanzados por las misteriosas fuerzas del mal. Oscilando entre un demonio y el anticristo, no queda en claro exactamente contra quién -o qué- se enfrentan los protagonistas de la película, pero la presencia de la maldad provoca una serie de violentos hechos y cada persona alcanzada por estas fuerzas intentará “infectar” a sus seres queridos, en una suerte de terrorífica epidemia. Aunque el concepto de una persona invadida por fuerzas oscuras parece algo asumido por todos en la realidad que propone la película, algunos dudan y otros optan directamente por ignorar las señales. Rugna logra construir la idea de una población gravemente enferma, fragmentada, desigual, rota y aquejada por una baja moral.
El concepto del “síndrome de la demonización” fue utilizado por Jesús Díaz en un notable ensayo sobre la película “Una pelea cubana contra los demonios“, dirigida por el cubano Tomás Gutiérrez Alea (1971) y basada en el libro homónimo de Fernando Ortiz Fernández (1959). La idea es que, mucho antes de la llegada de los españoles, los “demonios” eran entidades ya presentes en las comunidades latinas. Aquellos demonios originales acompañaban a los indios y servían como medios para obtener respuestas sobre los diversos enigmas que las fuerzas de la naturaleza desataba, incluyendo el sentido de la vida y la muerte. Sin embargo, señala Díaz, “la demonización propiamente dicha, o sea, entendida como recurso sistemático del poder para aplastar al diferente, llegó con las sucesivas oleadas de conquistadores –colonizadores españoles, de mano de la iglesia católica y de su brazo secular, la Inquisión”. De esta forma, el autor propone estudiar a la demonización como un procedimiento ideológico que consiste en “negarle al otro su condición humana, e identificarlo con las causas del mal y aún con el mal mismo si no abdica de grado o bajo tortura de su propia fe, religión o creencia, hace suyas las del amo y acepta trabajar para éste en calidad de siervo, soplón o esclavo“.
“Cuando acecha la maldad” propone un doble tratamiento de la cuestión demoníaca. Por un lado, siguiendo los pasos de películas como “El Exorcista” o “La Profecía“, erradicar al mal del pueblo resulta de extrema necesidad una vez que sus habitantes comienzan a morir; pero al mismo tiempo queda en evidencia una mirada completamente atravesada por una coyuntura nacional donde el “mal” siempre está vinculado a quienes no pertenecen a un determinado territorio. En la Argentina rural que refleja Rugna, aquello que viene de afuera, lo desconocido, es enemigo del orden natural y debe ser eliminado, incluso aunque eso implique nuestra propia destrucción.
En la 56º edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, la nueva película del cineasta argentino, Demián Rugna, se alzó con el máximo galardón, el premio a Mejor Largometraje, convirtiéndose en la primera película latinoamericana en hacerse con dicha mención. “Cuando acecha la maldad“, que formó parte de la Selección Oficial del festival catalán, también se llevó el Premio Blood Window a la Mejor Película.