Fuerte robo a mano armada en un comercio de Aristóbulo del Valle
Un fuerte robo ocurrió este miércoles por la tarde en un comercio de Avenida Aristóbulo del Valle en la ciudad de Santa Fe. Un delincuente ingresó al local, exhibió el arma y robó dinero y un celular. Además, dejó encerrada a la empleada ya que se fue con la llave del lugar.
El robo tuvo lugar en un local ubicado en Avenida Aristóbulo del Valle al 5.900 a plena luz del día. Minutos después de las 17, el delincuente entró al local, apoyó el arma en el mostrador y le exigió a la empleada que le entregara todo el dinero de la caja. También se llevó un celular y una computadora.
Tras lograr su cometido, el ladrón le ordenó a la empleada que le entregara el juego de llaves y la dejó encerrada en el interior del comercio para darse a la fuga.
Lucía, empleada del local, dijo en Sol Play que “se encuentra muy asustada” y que “los robos son frecuentes en toda la avenida”.
“Yo estaba justo atrás del mostrador respondiendo un mensaje de Instagram del local y veo que directamente entra un señor con la cabeza baja. Cuando estaba por mitad del local, yo intento salir y le digo `hola` para ver qué estaba buscando. Cuando sigue con la cabeza gacha y no me responde ya me imaginé un poco la situación”, dijo Lucía y continuó: “Se me acerca al mostrador, me apoya un arma y me empieza a pedir que le de la plata. Más que nada me pedía plata y no había más que lo de la caja que era poco”.
“Le empecé a dar el celular que tenía ahí abajo y él se desesperaba porque quería más plata. Después me desenchufa la notebook y mientras él la está guardando yo agarro el control de la alarma y apreto la alarma silenciosa pero no hubo resultado”, reveló. “Él me seguía pidiendo cosas, en un momento como yo no tenía más plata, se pone encima del mostrador y empieza a abrir los cajones para ver si yo tenía plata guardada. Como no ve nada, me empieza a pedir los anillos”.
“Cuando me pidió la llave del local, me dijo que me quede abajo del mostrador y que no salga de ahí hasta que se vaya”, dijo y siguió con su relato: “Me dejó encerrada, por suerte, tenía otro juego de llaves con el que pude abrir la puerta y salir”.
“Anoche no pude dormir, estoy asustada y con miedo”, sostuvo Lucía y concluyó: “Los delincuentes no tienen problemas para entrar; no se puede atender si no estás con la puerta cerrada”.