Al menos seis personas murieron y más de 900 fueron detenidas durante los serios incidentes que se registraron en el Estado de México a raíz de la fuerte suba del precio de los combustibles.
El presidente Enrique Peña Nieto acusó a su antecesor, el conservador Felipe Calderón, de ser el responsable de las alzas que desataron el “Gasolinazo” por haber aplicado subsidios manteniendo los valores “artificialmente bajos” durante su mandato (2006-2012).
El aumento de 20% del precio de la gasolina entró en vigor el 1 de enero y causó gran malestar en la población, que salió a las calles a protestar en casi todo el país.
Los bloqueos a rutas y peajes continúan, así como a las distribuidoras de combustibles, mientras se anuncian nuevas protestas para el fin de semana.
Legisladores de la oposición, gobernadores, alcaldes y la propia Iglesia llamaron al gobierno a reconsiderar los aumentos o tomar medidas para amortiguar el golpe generado al poder adquisitivo de la población.
El jefe de Estado reconoció que “hay mucha molestia y enojo” por los aumentos pero afirmó que se trata de “una decisión difícil que tomó para garantizar la estabilidad económica”.