Alianza de productores: control de daños
Un par de semanas atrás se desató un paro masivo de guionistas, nucleados en el Sindicato de Escritores de América (WGA), que paralizó de manera indefinida la mayoría de las producciones de cine y TV en Hollywood. La batería de reclamos del sindicato incluye la continuidad de la histórica lucha por los “derechos residuales“, revisiones contractuales y salariales, iniciar el debate sobre el uso de la Inteligencia Artificial dentro de la industria, entre otros.
Pero la Alianza de Productores, que representa a los principales estudios que encabezan el conflicto, no parece estar abierta al diálogo. De hecho, desde la entidad se mostraron confiados en que el conflicto se terminará resolviendo solo, “por el amor al trabajo“, señalaron. Aunque esto es algo que aún no ha ocurrido.
Durante el mes de junio vencen los contratos de los sindicatos de actores y directores y, en caso de no alcanzar un acuerdo con dicho sector, podría ocurrir que la huelga comience a abarcar a la totalidad de trabajadores de la industria, dejando a la maquinaria de Hollywood detenida completa e indefinidamente.
Ante este contexto complejo y preocupante, donde más de 700 profesionales podrían perder su empleo, los estudios comenzaron a ejecutar un plan de ofensiva que se hace sentir con fuerza: suspensiones de contratos, presiones para suprimir piquetes y, ahora, evitar que “el talento” haga apariciones públicas. El término de “talento” se utiliza en la industria para referirse a aquellos rostros visibles que hacen a cada producción, específicamente actores y directores; de hecho, esta falta de reconocimiento hacia los guionistas también forma parte de los reclamos históricos de esta huelga masiva, cuyo último antecedente data de 2007.
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Upfront 2023/2024: ¿De qué se trata?
Se trata de un evento global que organizan los mayores estudios de Hollywood, algo así como un balance de números y proyectos; una reunión a la que acuden los principales inversionistas de cada empresa, y donde estos pueden ver los “adelantos” de próximos proyectos y estudiar el impacto financiero de sus producciones. Pero cada uno de estos encuentros se organizan como eventos publicitarios de gran escala, y es frecuente la participación de los actores y directores del momento, quienes representan el “talento” de cada estudio.
Pero en un contexto de tensión sindical, los estudios buscan maneras de desviar la atención de la prensa. En las últimas horas se supo que Warner Bros. Discovery, en vísperas del estreno de The Flash y Blue Beetle, dos fuertes apuestas de DC Studios, anunciaron que el próximo Upfront no contará con la presencia de celebridades y, probablemente, tampoco será transmitida en vivo. De acuerdo a la prensa especializa, esto fue confirmado en un comunicado oficial de Warner Bros. Discovery, donde se señala que los únicos presentes en el próximo Upfront serán el CEO de la compañía, David Zaslav, y el presidente de HBO, Casey Bloys. Aunque de acuerdo a información tambien difundida por la prensa, diversas celebridades vinculadas con Warner ya habían asegurado que no irían al evento de marketing, en señal de apoyo al paro del WGA.
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Sumado a esto, el contexto financiero de Warner Bros. ya es de por sí complejo. Antes de su fusión con Discovery, la compañía luchaba contra la opinión pública y la propia discordia interna, con más de un inversionista señalando haber “perdido la fe” en el estudio. Ciclos de despidos masivos, producciones canceladas y estrenos que fracasaron en taquilla son algunos de los problemas suscitados. La llegada de los cineastas James Gunn y Peter Safran como directores creativos de DC Studios, Warner Bros. apuesta a su regreso a la competitividad, tanto artística como financiera.
Habrá que ver si la misma decisión es asumida por empresas como NBC Universal, Netflix y Disney, quienes también están próximas a presentar sus Upfronts en las próximas semanas. Incluso antes del comienzo del paro de guionistas, ya circulaba información acerca de las pésimas condiciones laborales y salariales dentro de estas empresas. Se denunció maltrato, explotación y pésimos contratos para el sector creativo. Aunque las compañías no hablaron al respecto en aquel momento, el estallido de la medida de fuerza podría servir como una forma de denotar que el reclamo de los trabajadores es, de hecho, válido.
