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Santa Fe

Del cielo al infierno y sin perder

En el día de su cumpleaños 111, Unión empató un partido que será recordado durante mucho tiempo. Igualdad 3-3 con Tigre, golazos, emociones y horrores defensivos.







La primera parte tuvo dos momentos, uno en el que no pasaba nada. Ambos conjuntos se rifaban la pelota, Unión, tal vez, un poco más protagonista dominaba la pelota pero no generaba peligro y Tigre que, si bien no vino a defenderse, tampoco le generó peligro a Nereo Fernández, excepto en la jugada previa al gol de Unión.

Es que tras un buen remate de Sosa, que obligó a Nereo a estirarse al máximo de su capacidad y evitar que la pelota se clavara en el ángulo, la contra ejecutada por Unión en la fue a través de Zabala, quien estuvo más que productivo en sus intervenciones y al igual que contra Argentinos, metió jugada personal y asistencia de derecha a izquierda para dejar solo a un Fragapane que definió por bajo, a un costado de Chiarini para poner la diferencia.

El tatengue tuvo otras chances de gol que no pudo aprovechar. La victoria, hasta el momento era más que merecida.

En el complemento, Unión no hizo más que afirmar que la victoria era merecida y que podía aumentar la diferencia. Tigre no cruzó mitad de cancha y no mostraba argumentos como para inquietar a Unión. A falta de 15 minutos para el final del partido, una dura falta de Imperiale sobre Mauro Pittón en el área, le otorgó a Unión la posibilidad de poner el 2-0 a través de los pies de Franco Soldano. Parecía liquidado.

Ocho minutos después, un cabezazo de Canuto descontó para el visitante  y cumplió con la ley del ex. Segundos después, Federico González hizo gala de su velocidad, ingresó al área y a pocos metros del arco fusiló a un Nereo Fernández que poco pudo hacer. Resultado sorprendente e inmerecido. Asombro generalizado.

En el primer minuto de descuento un buen tiro libre de Droopy Gómez, cerrado, con rosca, hizo que Canuto desviara la pelota contra su propio arco y pusiera el 3-2 para el tatengue. Solo había que aguantar. Pero, en la última del partido, en el cuarto minuto de descuento, un error garrafal de Nereo Fernández (que tuvo una buena actuación en general) le permitió al Chino Luna tirarse y llegar a conectar la pelota para poner el 3-3 en el marcador. Si no se siente como derrota, por cómo fue el desarrollo del partido, no hay muchas más cosas que se le parezcan.

El tatengue no pudo cerrar su día de manera ideal. No perdió, pero lo hecho en cancha y la facilidad con la que Tigre encontró los goles para empatar no dejarán dormir al cuerpo técnico y a los jugadores por algunos días. Al menos hasta viajar a Tucumán para enfrentar a Atlético, difícil parada. Unión perdió dos puntos, pero más allá de eso, son las secuelas que pueden dejar para el futuro.

Así quedó la tabla de posiciones después del empate 

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