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Una caricatura de Peter Steiner para el New Yorker se subastó en una cifra récord

Fue publicada originalmente en 1993 y un postor anónimo pagó 175.000 dólares por el boceto original. La viñeta muestra una escena peculiar protagonizada por un perro utilizando internet.

Un dibujo de Steiner se vendió en una cifra récord

Se trata de una de las viñetas más reproducidas de la emblemática revista norteamericana, que desde sus orígenes utilizó el arte gráfico y el humor político para satirizar las problemáticas de coyuntura. En el año 1993, el caricaturista Peter Steiner publicó la imagen protagonizada por dos perros, y en la actualidad se ha convertido en la viñeta más reimpresa en la historia del medio.

Recientemente estableció un nuevo récord: el boceto original de Steiner fue subastado por 175.000 dólares, la cifra más alta jamás pagada por una caricatura de un solo panel. De acuerdo con Heritage Auctions, la entidad encargada de la subasta, el postor anónimo que adquirió la obra había estado intentando comprarla desde su publicación hace 30 años.

La mayoría de la gente ni siquiera había usado Internet en 1993. Yo ciertamente no tenía conexión“, comentó Bob Mankoff, ex editor de humor gráfico del New Yorker. “Pero creo que parte de su éxito proviene del hecho de que todos vivimos en el mundo que presagió esa caricatura. Hay una manera en que la antena de un caricaturista puede conectarse con el espíritu de la época, y [una] buena caricatura comprime el mensaje de la manera más simple posible“.

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En la viñeta en cuestión aparecen dos perros sentados frente a una computadora. Con una pata apoyada en el teclado, uno le dice al otro: “En Internet nadie sabe que eres un perro“.

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Peter Steiner y el éxito de una viñeta

El autor del dibujo subastado todavía está estupefacto por el éxito del panel. Originalmente lo envió a la revista dentro de una serie de dibujos, sin la esperanza de que sea vendido por el medio. Cuando quedó seleccionado, “quedé encantado, pero un poco desconcertado“, sostuvo Steiner.

En su momento, la tira de Steiner no ganó demasiada popularidad, más bien, fue creciendo con el tiempo. A medida que la tecnología evolucionaba, y que internet se volvía un dispositivo cada vez más presente en la vida humana, los lectores comenzaron a apreciar el humor de la viñeta, sintiendo que lograba capturar el espíritu de la era que se venía.

Eventualmente, el éxito del dibujo se vio reflejado en innumerables remeras, tazas y otros productos originales de The New Yorker. Incluso, Bill Gates llegó a pagar para utilizar la imagen en su libro de 1995, “The Road Ahead“.

Pero aunque el público lee la viñeta de una manera coyuntural, el autor tiene otra mirada, un significado mucho más personal. “Esta mañana tuve una revelación sobre esta caricatura“, dice Steiner en diálogo con Heritage Auctions. “Me di cuenta de que la caricatura es autobiográfica y que trata sobre ser un impostor o sentirse como un impostor. No se trataba en absoluto de Internet. Se trataba de mi sensación de que me estoy saliendo con la mía. He tenido varias carreras accidentadas y en todas ellas me sentí como un fraude. Creo que mucha gente tiene ese síndrome, la sensación de que has engañado a todo el mundo“.

Si todavía te hace reír después de 30 años es una buena señal“, cierra Steiner.

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