El médico aseguró que las heridas denotaban “saña”
Diego Duarte es forense de la Policía Científica que realizó la autopsia al cuerpo de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes en Villa Gesell en enero de 2020.
Este lunes fue su turno de prestar declaración contra los ocho acusados y describió las marcas que se encontraron en el cuerpo del joven de 18 años: “Nunca vi algo semejante, no había forma de salvarlo”, dijo el médico.
Graciela Sosa y Silvino Báez, los padres de la víctima, se retiraron de la sala previo al testimonio del especialista, para evitar escuchar los detalles sobre la muerte de su hijo.
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“El paciente sufrió daño en todo el sistema nervioso central, tanto cerebro, cerebelo, tronco cerebral, no hay una lesión única, son múltiples… La verdad que es muy fuerte siendo padre”, aseguró.
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También dijo que Fernando presentaba “lesiones incompatibles con la vida, muchas lesiones en el sistema nervioso central” y agregó que cree que “no hubiera tenido posibilidades de salvarse”.
El forense reveló además que, a la hora de hacer la autopsia, se encontró con “visible saña sobre el cuerpo, con múltiples lesiones”.
“Creo que él sufre un traumatismo tipo ‘knock out’ y luego no tiene posibilidades de defenderse y, a mi criterio y, por lo que veo, creo que fue lo que pasó, algunas heridas pueden ser post mortem“, concluyó Duarte.
Fuente: Infobae
