El director de cine, cantautor, guionista y actor argentino Leonardo Favio es una de las figuras más destacadas de la escena artística nacional de las últimas décadas. Los últimos años de su vida estuvieron marcados por la lucha contra la hepatitis C crónica. Falleció el 5 de noviembre de 2012 a causa de una neumonía. Su legado cinematográfico es sinónimo de compromiso político.
Máximo exponente del cine nacional
El Museo Nacional de Cine Argentino realizó una encuesta en el año 2000 para determinar cuáles eran las mejores cien películas nacionales de cine sonoro. El censo contempló la opinión de cien críticos, historiadores e investigadores de cine de todo el país. El 75% de los votos fueron para “Crónica de un niño solo”, el primer largometraje de Favio.
Favio comenzó su carrera en el cine trabajando como extra en el film “El Ángel de España” (1958), del peruano Enrique Carreras. Posteriormente, y gracias a la ayuda de Babsy Torre Nilsson, inició su trayectoria como actor en filmes como El secuestrador (1958) y Fin de fiesta (1960), entre varias otras. En 1958 dejó una obra inconclusa (El Señor Fernández) pero en 1960 pudo dirigir su primer proyecto cinematográfico, “El amigo”. En 1965 estrenó “Crónica de un niño solo”, y en 1967 produjo “Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más…”, un film emblemático que contó con la participación de Federico Luppi, María Vaner y Elsa Daniel. En 1969 su film “El Dependiente”, basado en un cuento de 1937 escrito por su hermano y coguionista Jorge Zuhair Jury, generó cierta polémica. En Argentina ya se comenzaban a sentir las tensiones ideológicas que impedían la exhibición de ciertas obras cinematográficas.
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Fue entonces cuando tomó la decisión de iniciar su carrera musical como cantante y compositor. El éxito logrado por su obra musical, en más de una oportunidad le permitió cubrir los gastos de sus producciones cinematográficas. En 1976 estrenó “Soñar, soñar” con Gian Franco Pagliaro y Carlos Monzón. Ese mismo año se autoexilia por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, y no vuelve a la Argentina hasta 1983.
Con el pasar de los años Favio fue cultivando diversos premios y galardones, tanto nacionales como internacionales. Según los historiadores y críticos, la obra de Favio, junto con la de cineastas como Torre Nilsson y Fernando Ayala, ayudó a renovar el cine argentino durante la década de los sesenta.
Carrera musical y militancia peronista
Además de cineasta Favio fue un reconocido cantautor. Es uno de los pioneros de la “balada romántica latinoamericana”, alcanzando amplio éxito a lo largo de América Latina durante la década de los sesenta y setenta. Algunas de sus canciones mas populares son “Quiero aprender de memoria”, “Mi tristeza es mía y nada más” y “Para saber cómo es la soledad” (de Luis Alberto Spinetta), entre muchas otras.
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Una notable parte de su carrera artística estuvo marcada por su conocida adhesión y militancia en el peronismo. En este sentido, su obra “Perón, sinfonía del sentimiento”, un documental de seis horas, es un eterno testimonio de su compromiso político y social. El documental narra el contexto argentino entre la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la muerte de Juan Domingo Perón (1974).
Leonardo Favio falleció a causa de una neumonía el 5 de noviembre de 2012, a los 74 años, luego de una extensa estadía en una clínica de Buenos Aires. Los últimos años de su vida estuvieron marcados por una ardua lucha contra la hepatitis C crónica.
