No se olviden de Cabezas
Este jueves 25 de enero se cumplen 27 años del crimen que terminó con la vida del fotógrafo José Luis Cabezas, cometido en 1997. Cabezas empezó su trayectoria como reportero gráfico en 1989, trabajando para la revista Noticias, medio para el que trabajó hasta el día de su muerte. Su característico estilo y particular actitud desafiante, lo convirtieron rápidamente en uno de los fotógrafos más intrépidos de Argentina.
Durante el trayecto de su profesión llegó a fotografiar a decenas de personajes poderosos y polémicos, entre ellos Alfredo Yabrán. En 1996, Cabezas logró producir las primeras fotos del misterioso empresario, quien por aquel entonces era el centro de una investigación que lo señalaba directamente como el líder de una extensa red de corrupción política, llegando a ser acusado por el ministro Domingo Cavallo como el “jefe de una mafia enquistada en el poder“. Yabrán, propietario de la empresa de correo OCA, prohibía categóricamente ser fotografiado, de hecho se jactaba de ello: “Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente. Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía“, rezaba la frase que fue atribuida al dueño del emporio postal. Sin embargo, el enigmático empresario fue portada de la revista Noticias el 3 de marzo de 1996; el autor de la foto: José Luis Cabezas.
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Durante el verano de 1997, Cabezas y su colega Gabriel Michi se encontraban trabajando en la cobertura de temporada estival en la localidad de Pinamar, el epicentro vacacional de políticos, empresario y celebridades. El 25 de enero de ese año, el auto calcinado que conducía Cabezas -un Ford Fiesta alquilado por el medio empleador- fue hallado en el paraje Los Manantiales, en inmediaciones de General Juan Madariaga, a 15 kilómetros de Pinamar. Adentro del vehículo se encontraba el cuerpo de Cabezas, también calcinado, con las manos esposadas a la espalda y presentaba lesiones de dos disparos en la cabeza.
A raíz del asesinato de Cabezas y el atentado a la libertad de expresión que representó el hecho, la ley 24.876, promulgada el 13 de octubre de 1997 estableció que el 25 de enero sea considerado el Día Nacional del Reportero Gráfico.
Juicio, condenas y repercusiones
Cuatro integrantes de la banda “Los Horneros” de La Plata fueron condenados a prisión perpetua el 2 de febrero de 2000, en un juicio oral y público. Se trata de Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana. Asimismo, el agente policial Gustavo Prellezo, fue condenado a prisión perpetua, aunque en 2010 se le otorgó la prisión domiciliaria por cuestiones de salud; Miguel Retana, también condenado, falleció en 2001 por complicaciones derivadas al SIDA; Sergio Camaratta, policía de Pinamar, fue condenado a prisión perpetua y falleció en 2015; Aníbal Luna, otro efectivo policial de Pinamar, fue condenado a prisión perpetua y puesto en libertad en 2017; el jefe de custodia de Yabrán, Gregorio Ríos, fue condenado como instigador del crimen y se le rechazó la excarcelación en diciembre de 2006; su condena a perpetua cambió a 27 años, en su último período en prisión domiciliaria; Alberto ‘La Liebre’ Gómez, comisario de Pinamar, fue condenado en 2002 por permitir la “liberación de la zona” donde ocurrió el crimen.
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Sin embargo, los integrantes de los “Horneros”, con excepción de Retana quien falleció en la cárcel, se vieron beneficiados con reducciones de condena: Gustavo González alcanzó la libertad condicional a fines de 2005, aunque en la actualidad se encuentra preso por una causa de narcotráfico. En 2007, Braga y Auge violaron las condiciones de prisión domiciliaria y por orden de la Justicia volvieron a ser detenidos aunque, tiempo después, volvieron a ser excarcelados.
En 2023, en vísperas del 26º aniversario del crimen de Cabezas, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina publicó un comunicado donde señaló: “Lo hacemos con la convicción de mantener viva su memoria, pero además porque somos conscientes de que debemos garantizar el ejercicio de la libertad de prensa en la Argentina y el Mundo. El asesinato de José Luis ha dejado un dolor inmenso en su familia, sus seres queridos y colegas. Pero, por otro lado, nos ha dotado a cada uno de nosotros y a la sociedad en general de un inquebrantable coraje para enfrentar la adversidad“.
