José Ojeda y su familia tuvieron que irse del barrio San Agustín porque narcotraficantes usurparon su casa mediante robos y amenazas. Improvisaron una vivienda precaria en Rincón pero no tienen los recursos para subsistir. “La estamos pasando muy mal”, expresó el hombre.
José Ojeda – Sol 91.5
“A mi mujer le pusieron en un revolver en la cabeza para que nos vayamos de la casa. Hicimos la denuncia, dijeron que nos iban a solucionar el problema pero todavía no hay novedades. Hace ocho meses que estamos dando vueltas. La estamos pasando muy mal”.
Así comienza el relato de José Ojeda. Hasta hace ocho meses, vivía junto a su mujer y sus dos pequeños hijos en una vivienda de San Agustín. Sin embargo, tuvieron que irse a Rincón debido a las amenazas y robos que sufrieron por parte de personas que se dedican al narcotráfico.
“Hice un rancho en la zona de la defensa de Rincón. La Municipalidad me dijo que me tenía que ir de ahí. Les expliqué mi situación y dejaron que me quede. Una asistente social me dijo que podían ayudarme pero que se demoraría alrededor de tres meses. Yo no puedo esperar tanto. Con mi mujer estamos cirujiando”, agregó en diálogo con Malas Costumbres.
“No podemos volver a nuestra casa, estamos amenazados de muerte. El barrio es muy complicado por ahí manda esta gente y la policía está metida con ellos”, cerró.
