Le hicieron estudios cardíacos y tuvo que ser sedado. Según el parte médico, no sería de gravedad. El Gobierno relativizó el hecho.
El presidente Mauricio Macri estuvo internado anoche durante casi cuatro horas en la Clínica Olivos debido a una leve arritmia, que no sería de gravedad.
Macri estuvo en una habitación común luego de ser sometido a estudios cardíacos. Fue sedado para la realización de los exámenes y le dieron el alta a las 23.10, cuando se retiró de la clínica privada por la calle Libertad. Pasó la noche en la quinta de Olivos.
Según fuentes médicas, Macri sufrió una fibrilación auricular, que es una arritmia que no sería grave. Un integrante de la Unidad Médica Presidencial estuvo con él en la clínica, pero todo se manejó en un total hermetismo.
La noticia se conoció a las 19.30. Sin embargo, a esa hora el Gobierno intentó desmentir que el Presidente estuviera internado. Su equipo de comunicación envió una fotografía de una reunión que Macri mantuvo con periodistas.
Recién a las 21.30, el Gobierno dio un parte oficial con detalles del episodio. “El Presidente sufrió una leve arritmia, que no le impidió continuar con su trabajo. A las 19.30 aproximadamente, la Unidad Médica Presidencial decidió que se realizara una revisión en la Clínica Olivos”, se informó.
Alrededor de las 15, el Presidente ya había sido visto por los médicos de la residencia porque no se sentía bien, pero siguió trabajando. Tuvo una reunión con gente relacionada a la minería y la energía, luego realizó una entrevista a un portal de noticias y hasta tuvo un encuentro con periodistas.
Alrededor de las 19, cuando se estaba por ir a la quinta Los Abrojos, volvió a sentir la arritmia y fue entonces cuando se decidió trasladarlo para hacerse un chequeo. Fuentes oficiales dijeron que se le realizaron dos estudios: una ecografía Doppler y un examen ecotransesofágico.
“Tuvo palpitaciones. Se revirtió la arritmia y lo dejamos en reposo un par de horas”, dijo anoche Simón Salzberg, de la Unidad Médica Presidencial, tras haberle dado el alta. Y agregó: Es un hecho tremendamente común. Puede haber tenido algo que ver el estrés”.
Fuente: La Nación