Nito Elías y Raúl Lozada, hijos de Salomón y Elbio, en diálogo con Sol Play en la previa del Clásico Santafesino
Salomón Elías fue el autor del único gol en el primer Clásico jugado entre Colón y Unión, el 1 de agosto de 1948, y además, disputó el primer partido de la historia del conjunto Rojinegro en el profesionalismo.
Nito Elías, hijo de Salomón, habló con Sol Play y recordó aquel gol que le dio la victoria al Sabalero en su cancha: “El partido había comenzado hacía poco, y el encargado de los tiros libres era Eulalio Gómez, pero como era un tiro libre muy cerca del área se lo pidió, y se tenía confianza. Paso por arriba y entró cerca del travesaño”, relató.
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Elbio Lozada anotó el gol que le dio a Unión el primer triunfo en un clásico santafesino en el profesionalismo de AFA, el 12 de junio de 1949.
Su hijo, Raúl Lozada, habló de aquel gol, de cómo se lo relataba su padre: “Me lo contó un montón de veces, fue sobre el arco de la bomba; recibió un pase más o menos de 35 metros, pateó al arco y se metió al lado del palo. Dice que después no se acordaba de más nada porque se le tiraron todos arriba”, rememoró.
Además, cuenta que su padre siempre bromeaba y decía: “Los dos goles los hice yo, porque la gran persona de Salomón pateó y me pegó en la pierna y después entró”.
Según relatan ellos, Salomón jugaba de 10 y era una especie de lo que hoy sería un enganche, y que su virtud era manejar las dos piernas; mientras que Elbio jugaba de 8, aunque era polifuncional y hasta lo ponían de 4 o delantero.
Nito contó además que su padre trabajaba en la imprenta de la provincia cuando lo buscó Pepe Amalfitani para que se probara, cuando Colón y Unión aún jugaban en el ascenso, “pero allá tenía que pagarse la pensión, y el sueldo era menor, así que desistió”.
Lozada, por su parte, contó que su padre ganó un poco más de dinero cuando fue a Chacarita, y aseguró: “Yo creo que siempre fueron felices, y siempre fue muy amigo de Salomón. Decía que alguna vez iban a jugar juntos, así que deben estar jugando”.
Elbio y Salomón fueron los últimos sobrevivientes del primer clásico santafesino en la historia del profesionalismo: “Eran amigos, ellos jugaban y después, a veces los domingos jugaban juntos en la federación”, rememoró el hijo de la gloria Tatengue.
De cara al Clásico Santafesino, Lozada pidió, como decía siempre su padre: “Que sea todo en paz, porque somos adversarios y no enemigos. Que se viva una fiesta en Santa Fe”.
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