A tres meses de firmado el anterior, se le presentará otro plan de ajuste.
A casi tres meses de haber cerrado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el equipo económico del presidente Mauricio Macri volverá a aterrizar en Washington para negociar uno nuevo.
Apremiados por el castigo de los mercados y el deterioro de la situación económica, y tras anunciar la nueva meta fiscal de “déficit cero” para 2019, el ahora designado ministro de Economía, Nicolás Dujovne , y el presidente del Banco Central, Luis Caputo, desembarcarán con sus principales colaboradores y se reunirán hoy, según fuentes oficiales, con la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde.
Dujovne anunció meta de déficit primario cero para 2019 y otras medidas económicas
La última vez que Lagarde, Dujovne y Caputo se vieron en Washington fue el 18 de abril último, durante un cóctel del G-20 en la embajada argentina, antes de la última reunión anual del Fondo y el Banco Mundial. Lagarde pasó a saludar y todos posaron sonrientes para la foto. Unos días después, el peso comenzó su derrape que forzó al Gobierno a volver a pedirle ayuda al Fondo, en mayo, y terminó por desatar una crisis económica que llevó la economía a una recesión y sepultó, con el último paquete de ajuste, anunciado ayer, el gradualismo que guió la política económica de Macri hasta ese momento.
“Continuamos plenamente comprometidos con las autoridades argentinas a raíz de los anuncios de hoy [por ayer], y esperamos con interés mantener conversaciones productivas esta semana en Washington“, dijo un vocero del organismo.
La coyuntura que rodea a Dujovne y Caputo en este viaje a Washington no podría ser más antagónica a la de abril, o incluso a la de fines de junio, cuando el directorio ejecutivo del Fondo aprobó el crédito stand-by por US$50.000 millones para la Argentina, el mayor en la historia del organismo.
En ese entonces, el Fondo preveía que la economía argentina crecería un 0,4% este año, y Dujovne incluso decía que la expansión podía llegar a estirarse al 1,4%. El peor escenario que veía el staff del FMI era una caída del 1,3% del producto. Ahora, el Gobierno maneja un escenario con una contracción del 2,4% este año, y un crecimiento nulo en 2019, año electoral.
Las metas, los pronósticos y algunas de las medidas del primer acuerdo quedaron sepultados por la realidad que impuso el continuo castigo de los inversores a los activos argentinos y al peso. El Gobierno ahora intentará desterrar la desconfianza de los inversores con su nueva política de “déficit cero“, una apuesta de alto riesgo político forzada por un deterioro de las circunstancias que ningún anuncio, aval financiero o respaldo de otros gobiernos lograron evitar.
Fuente: La Nación.
