Juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa
En el marco del juicio contra los ocho rugbiers imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, que tenía 18 años cuando fue asesinado a golpes a la salida de un boliche en Villa Gesell, este miércoles declaró Alejandro Muñoz, quien en el momento de los hechos era jefe de seguridad del lugar.
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“La saña era con Fernando. Se iban turnando [para pegarle]. Todo el grupo pegaba”, aseguró el hombre, según recopiló La Nación durante su declaración dadas ante las preguntas del Ministerio Público Fiscal.
“Constantemente le pegaban patadas. En un momento [Fernando] se quiere levantar. Entonces, uno de los agresores, que estaba vestido de camisa blanca y rodete [en su cabello], le pegó una patada en la cabeza y no se levantó más”, contó.
Al retomar su relato, Muñoz contó que el conflicto se inició dentro del boliche. Consignó que “Thomsen se peleó con Fernando” y expresó respecto del primero: “Era el más alterado”.
También detalló que a él, que mide 2,03 metros y pesa 150 kilos, le costó sacarlo del boliche y requirió la ayuda de un compañero para hacerlo.
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“Nunca vi nada igual, era saña. Hace 20 años que laburo de esto y nunca vi algo así”, aseguró y rompió en llanto. “Nunca vi nada igual”, insistió y reveló que estuvo cuatro días sin dormir luego de lo sucedido.
Fuente: La Nación