Una joven de 23 años hizo una denuncia en la Comisaría 5ta. El conductor le dio un celular y luego de esto empezó a sentir y “hormigueo” en su mano. Tuvo que bajarse y dirigirse a un sanatorio para ser atendida.
Una joven de 23 años hizo una denuncia por una “situación extraña” vivida en un taxi donde el conductor le dio un celular y luego de esto empezó a sentir y “hormigueo” en su mano. Tuvo que bajarse y dirigirse a un sanatorio para ser atendida.
Al respecto, Antonella, comentó la situación vivida: “El viernes 5 de mayo después de la caravana de Colón pedí un taxi en Obispo Gelabert y Francia cerca de 1:40, me subí, hice el recorrido para venir a Guadalupe”. Radiotaxi
Continuando con la explicación, la joven indicó: “En Cándido Pujato y 25 de mayo el taxista me tira un teléfono para que vea un video. Yo lo agarro con desconfianza, con dos dedos, y ahí siento como un pinchazo y lo suelto, me empezó un hormigueo, sentí como que se me dormía el brazo. El celular era raro, no era como los que usamos ahora, era como viejo y sin carcasa”.
“Le dije que me quería bajar y estaban las puertas trabadas, le tuve que pagar y ahí recién me dejo retirarme. El trababa y destrababa todas las puertas desde adelante”, continuó.
Luego de lo sucedido “voy a la estación de servicio de Bulevar y 25 de mayo, ahí me buscan mis padres y nos dirigimos a un sanatorio, llegué con el brazo totalmente dormido. Recién el domingo empecé a tener mejora”.
“Según los médicos no tenía ningún pinchazo, solo me medicaron porque tenía la presión muy alta”.
Denuncia realizada
“Esa misma madrugada hice la denuncia en la Comisaría 5ta. Ahí me dijeron que me iban a llamar de la Comisaría 1ra. Pasaron 20 días y fui para allá, donde me expresaron que vaya a la 5ta de nuevo, me dirigí y me explicaron que no encontraban mi expediente”.
Ante la consulta sobre si podría identificar al conductor, aseguró: Si lo veo lo reconozco. Era de altura Baja, un señor grande, canoso pelo corto casi pelado y medio gordo”.
Llamado desde la empresa de taxis
Luego de la denuncia Antonella explicó: “Me llama el presidente de la cooperativa para reconocer a cuatro taxistas que son los que recibieron mi pedido, pero solo se presentaron tres y no era ninguno. El cuarto, no fue porque supuestamente tenía roto el taxi”.
“Me dijeron que se iba a comunicar, pero no me llamaron más y me empecé a mover por mi propia cuenta”, expresó.
Ante la inacción y la falta de respuesta, “tuve que recurrir a Facebook para contar mi historia, y nos encontramos con que a varias personas les pasó lo mismo. A partir de eso me llamaron distintos medios. Y acudimos a fiscalía”, culminó Antonella.
Antonella – Móvil Sol 91.5
