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Coriolano regresa a Santa Fe: “Y del pueblo el clamor, al sol conmueven”

Este viernes 26 y el sábado 27, en el marco del ciclo Teatro de Verano en El Birri, será el reestreno de la versión libre del clásico de William Shakespeare. En exclusiva para Sol Play, el actor y dramaturgo Octavio Bassó brindó una detalla entrevista sobre los principales elementos de la última tragedia política del autor británico.

 

Reportaje de Hernán Ceccato para Sol Play 91.5

Teatro de verano en El Birri: reestreno de “Coriolano. Hay un mundo en cualquier parte”

La agenda de verano en la ciudad de Santa Fe incluye actividades para todos los gustos e intereses. Cada espacio cultural abre sus puertas para llevar adelante una rica programación de recitales, muestras, ferias, proyecciones y puestas teatrales. El Centro Cultural y Social El Birri (Av. Gral. López 3698) no es excepción, donde se continúa con el ciclo Teatro de Verano, una propuesta a la gorra donde espectadores santafesinos pueden disfrutar de proyectos locales, regionales y nacionales.

En ese marco se produce el regreso a las tablas de “Coriolano. Hay un mundo en cualquier parte“, proyecto teatral estrenado originalmente en 2019, pero que comenzó a gestarse en 2015. La obra, dirigida por Jorge Eines y protagonizada por Octavio Bassó y Camilo Céspedes, es una adaptación libre de la tragedia política homónima de William Shakespeare.

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La obra original gira alrededor de Cayo Marcio Coriolano, un brillante general romano que, a pesar de su negación inicial, es perfilado para convertirse en político y gobernar la República. Sin embargo, será desterrado de Roma, convirtiéndose en el principal enemigo del pueblo. Ni siquiera el ruego de su madre podrá evitar el trágico desenlace.

¿Qué relevancia contemporánea puede tener una obra concebida entre 1605 y 1608? ¿Coriolano puede interpelar a las generaciones actuales? Para responder algunas de estas interrogantes, Sol Play dialogó en exclusiva con Octavio Bassó, actor protagónico y uno de los dramaturgos a cargo del texto de “Coriolano”.

Sobre los inicios del proyecto, Bassó cuenta que llega por primera vez al texto original gracias al aporte de su colega, el reconocido director teatral santafesino José María Gatto. “A mí me enamora la dramaturgia que propone Shakespeare, me enamora en el contexto que lo leo, que es previo a las elecciones y es el momento en el que Macri asoma como candidato a presidente, con sus propuestas. El trabajo se empieza a hacer, también, con ese trasfondo político“.

El trabajo en un principio fue meramente una ligación amorosa a la dramaturgia de Shakespeare. Cuando la leo me digo ‘Esto no se puede hacer’. La dejo en suspenso. Después de un tiempo aparece (Jorge) Eines, con quien hace rato quería trabajar“, cuenta Bassó. Los inicios de “Coriolano” se producen en los seminarios del director y dramaturgo Jorge Eines en Santa Fe, donde se comienza por explorar una relación que no está en la obra original: la relación entre el personaje de Coriolano y su madre. Hacia 2016, el proyecto comienza a vislumbrar su destino de representación teatral.

Ahí es que tomamos la decisión de arrancar un trabajo de mucha lectura y de reversionar el texto a lo que a mi me parecía que podría tener más espíritu nuestro, más a nuestra realidad. Es una versión libre, donde me permito faltar un poco a algunas de las cuestiones que propone Shakespeare. No me interesaba cortar y pegar únicamente. Pero si que tenga coherencia y que cuando uno lo escuche y lo vea se sienta que está mirando y escuchando a Shakespeare“. En un seminario posterior se suma al proyecto el actor santafesino Camilo Céspedes y nace la dupla actoral junto a Bassó, y se comienza a trabajar en la relación entre Coriolano y el enemigo. “Creo en esto que dice Jorge: ‘Nos enamoramos de los textos para después desecharlos un poco’, desecharlos en el sentido amoroso, nos enamoramos para después hacerlo un poco nuestro al texto, sabiendo que es de Shakespeare; un poco de eso hicimos y un poco de eso seguimos haciendo“, recordó el actor que da vida a Coriolano en escena.

Octavio Bassó y Camilo Céspedes en escena

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Coriolano, una obra política: “La lógica es la misma, los personajes van cambiando”

Coriolano aparece representado en los diferentes personajes de la política actual o en los diferentes personajes en donde tu historia y tu movimiento interno político te pueda llevar al momento de escuchar esos textos. Nos es lo mismo escuchar este texto en una elección entre Macri y Scioli, y no es lo mismo escucharlo en una elección entre Milei y Massa“, opinó Bassó.

Esta es una propuesta muy atravesada por la idea de producir pensamiento, porque creo que estamos parados -por lo menos con esta obra- en ese tipo de teatro; que no haya una representación caricaturesca de personajes, si no que haya una representación en donde tanto texto como personaje interpele a quien está viendo. Este texto dice ‘Desde 1600 que lo escribe Shakespeare, esta división de formas de gobernar y de cómo el pueblo queda atrapado en estas peleas políticas, existieron desde hace miles de años, y existieron con lógicas muy similares a las que están ahora. O sea, las lógicas son iguales, lo que cambia son los personajes. Y ahí es donde Coriolano empieza a tener este fundamento. La lógica es la misma, los personajes van cambiando, pero lo que propone Coriolano termina siendo esto, una lógica de intento de llevarse por delante la república y tratar de gobernar monárquicamente, cuando lo que ya está instalado es la República, y cuando lo que ya terminó son las formas monárquicas o dictatoriales de gobernar. Pero hay lógicas que vuelven a insistir con esa propuesta de gobierno. Lo interesante que también tiene el teatro es que uno se identifica con lo que su inconsciente le propone. Coriolano encarna a los diferentes gobernantes y aspirantes a gobernantes de nuestro pueblo y también encarna la historia política“, observa el actor y dramaturgo.

Entendiendo que Shakespeare en su recorrido, de a poco y más allá de su enorme capacidad para hacer lo que hizo y dejar una obra universal, fue afinando su oído y su mirada sobre para quién producía teatro. Quién le pagaba para producir teatro, quién tenía el dinero; evidentemente fue teniendo mucho material cercano: de dónde sale el dinero, cómo se produce, quiénes gobiernan, cuál es la relación entre el gobierno  y el dinero que se produce, y por supuesto con el pueblo que va a ver las obras. Entiendo que algo de eso le fue interesando“.

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Bassó, actor que da vida a Coriolano

Coriolano: Shakespeare y la condición humana

Creo que Shakespeare, y quizás ahí nos sirve Freud para pensarlo un poco, se anima a poner la fantasía que todo ser humano puede llegar a tener, que son las fantasías con la muerte, con el amor y con los otros, de una manera tan carnal, expuesta y tan viva en la escena, donde el espectador queda tomado“, reflexiona Bassó. “¿Por qué Shakespeare se vuelve un clásico? Porque toca algo de las pasiones humanas. Toca algo de la muerte y de la vida, donde todo el tiempo están en conflicto. La mayoría de las obras que nos interesan de Shakespeare son la vida y la muerte en conflicto, en el propio personaje. Y si da muerte, también se da muerte a una parte de sí mismo. Por lo general los personajes que matan a otros en Shakespeare, cuando lo hacen matan a una parte de sí mismo, a esa parte que odian de sí y ven representada en el otro“. El conflicto humano que propone Shakespeare es, por tanto, un conflicto existencial, donde el espectador puede identificarse con sus propios conflictos.

Uno de los grandes temas de “Coriolano” es la opinión pública, que aparece en la obra representada en el pueblo. “La versión original arranca con el pueblo haciendo un piquete, pidiendo alimentos al precio que ellos puedan pagar. Con palos, con protesta. Y viene, por decirlo así, un senador, un representante del gobierno de la República, a hablar con el pueblo y les ‘hace un cuento’ donde el pueblo queda un poco hipnotizado por la palabra del -supuesto- sabio gobernante. La autoridad que uno le da desde el saber a quienes uno elige como sus gobernantes. El pueblo pide pan porque tiene hambre, y les dan palabras que no calman el hambre pero calman la protesta. Así arranca la obra. Esto aparece todo el tiempo, el pueblo como una masa que escucha a los gobernantes y va cambiando de opinión, pero con los estallidos“.

En esa misma línea, Bassó cuenta que en esta versión de “Coriolano” uno de los mayores desafíos fue la representación del pueblo. “El pueblo aparece con sonidos, aparece en la palabra, aparece representado en uno de los actores. Pero necesitábamos que el pueblo tenga algo de la fuerza que tenía esta cantidad de personas haciendo una protesta“. En Coriolano aparece la idea de cómo el pueblo puede ser captado por las diferentes opiniones, con diferentes intenciones. “En una de las frases de Menenio, que es uno de los políticos que intenta construir al Coriolano político, le dice ‘Al pueblo se lo calma con palabras, guarda tu espada para la batalla’. Eso que aparece es lo que muchas veces nos sucede ahora, uno ve que al pueblo se le dice muchas cosas pero no se le ofrece nada y se le da muy poco. Entonces, la palabra es la encantadora del pueblo“.

El personaje homónimo de la obra de Shakespare es un hombre complejo y atravesado por su sentido del deber y la moral militar. Siempre marca una distancia entre su figura y el pueblo. De hecho, se siente molesto cada vez que queda asociado con el pueblo, dejando en claro su estatus de nobleza. “La nobleza y el pueblo son dos cosas muy diferentes, sobre todo en la República Romana, donde el ciudadano era el pueblo, pero no cualquiera era ciudadano. Entonces ahí se hace una muy interesante reflexión“, aporta Bassó. “Si uno se pone a pensar, en qué momento en nuestra historia reciente, trabajando desde las dictaduras hasta acá, Coriolano podría haber dicho en todas las épocas algo, sin referencias específicamente a alguien. En Coriolano uno encuentra esa reminiscencia a nuestra historia y por supuesto la identificación con el presente“.

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Coriolano: con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro

Para concluir el diálogo, Octavio Bassó celebró el apoyo recibido por parte del Instituto Nacional del Teatro. “El INT nos dio, no solamente dos grandes apoyos, sino que también hemos participado de eventos donde el INT cubría los gastos de inversión y los honorarios de quienes trabajan en esos eventos. Como producción hemos recibido el 80% de lo que hemos invertido para hacer la obra, o sea, para que la obra pueda salir a escena. Para que esta obra salga a escena, durante casi 4 años hubo personas trabajando. Gente que piensa y arma una escenografía, gente que produce vestuarios, etc. Despues, en pandemia, el INT nos otorgó un subsidio, que despues se recuperó haciendo funciones“.

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