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Un colegio católico de Salta echó a alumnos que defendieron a un compañero gay

La institución expulsó a cuatro estudiantes que se solidarizaron con otro presuntamente hostigado por ir a clase con una pulsera que tenía los colores del colectivo LGBT. Desde la escuela niegan discriminación. Jorge, padre de Santiago, habló en exclusiva con Malas Costumbres por SOL 91.5

Colegio Santa María.

(Para escuchar el audio desde el celular apretá en “listen in browser”)

Un colegio católico de Salta expulsó a cuatro alumnos que se habían manifestado en contra de un acto de homofobia.

Jorge Coraita, padre de Santiago, dialogó en exclusiva con Malas Costumbres por SOL 91.5, detallando lo ocurrido con su hijo, desmintiendo algunos rumores y exigiendo la toma de conciencia.

Los hechos

“Santiago decide visibilizar su orientación sexual y empieza a usar una pulsera de LGTB la última semana de cursado de este año. Empezó a usarla un lunes y el viernes lo aborda la tutora diciéndole que se tiene que quitar la pulsera porque afectaba los valores del colegio y resultaba provocativa, contó Jorge.

“Santiago se resiste, se genera una tensa situación, lo advierte el coordinador y la cuestión es que termina en dirección en una reunión con la directora y vicedirectora, donde la ratifican que se saque la pulsera, que afectaba a la escuela y que era igual que el pañuelito verde y que además no era para tanto”, continuó.

“Santiago desiste y argumenta que no afecta ningún valor del colegio. Le explica lo que simboliza, porque no lo conocían. Le dicen que estaba prohibido por el reglamento del colegio, es decir, que no se pueden usar pulseras. Santiago responde que conoce el reglamento pero que el 80 por ciento de los chicos llevaba pulseras y qué porque solo a él le hacían querer quitar, mostrando que era una clara discriminación”, relató.

“Le cambian el giro de la conversación, le preguntan cómo se sentía, si le hacían bullying en el colegio y les dijo: que le preocupaba salir de acá sin la pulsera por el mensaje que estarían dando”, apuntó.

Compañeros enfurecidos

Salió completamente afectado de la reunión y quebrado llega a su curso. Sus compañeros lo ven y se pusieron furiosos con la institución. Entonces, empezaron a mandar mensajes y se pintaron los brazos con la bandera LGTB, y les mandaron fotos de apoyo”, adelantó. “En una de esas fotos, era una remera que tenía el escudo del colegio, con un gesto de fuck you, también pintada la bandera de LGTB, agregó.

“Ese mismo lunes tuve una reunión con los directivos, me pidieron disculpas y donde la directora reconoció el error. La agresión fue reconocida”, afirmó el padre de Santiago.

Una foto

“Después, aparece la foto en manos de las autoridades, y sancionan al chico que sacó la foto, al chico que hizo el fuck you, al chico que portaba la remera y a la que la subió a Twitter, de legajo impecable. A los días, les dijeron que no la admitían en el colegio para el próximo año”, contó Jorge.

Contradicciones

Me pidieron disculpas a mí y después mataron a los compañeros. Es una hipocresía total. Afectaron a todos, incluso a Santiago”, manifestó.

“En el acto que nos enteramos que no lo admitían a sus amigos, resolvimos que no van a seguir en el colegio e hicimos una denuncia al ministerio de educación. Veremos de accionar por daño, porque le hacen mucho daño a la familia”, agregó.

Toma de conciencia y acciones

“Hay que destacar que Salta es una sociedad claramente conservadora, comparándola con Rosario, Santa Fe o Buenos Aires, y esta situación se vive en colegios privados y públicos. Por eso el tema es tomar la palabra y tratar de concientizar y se empiece a cambiar. Acá hay movimientos de resistencia a la Ley de Educación Sexual…Con más razón hay que dar batalla”, finalizó.

El comunicado del colegio de Salta

El colegio Santa María negó que haya incurrido en una situación de discriminación.

“En ese marco, informamos que a un alumno de cuarto año, que manifestó libremente su identidad de género (SIC), se lo respetó como se los respeta a todos los integrantes del colegio y se lo acompañó como se lo hace con todos los alumnos. En cuanto al episodio de la pulsera que portaba, se aclara que el equipo directivo, en una entrevista personal realizada ese mismo día, lo escuchó y atento a sus manifestaciones, realizó una excepción al reglamento que ya era conocido por el alumno, autorizando su uso hasta el último día de clases”.

Al respecto, Jorge afirmó: “Lo leí. El colegio miente sistemáticamente y me apena muchísimo”.

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