Abel “Tano” Porta, exkinesiólogo Sabalero, dialogó en exclusiva con SOL 91.5 con el cruce en un partido de Colón y Unión con el exarquero Pablo Cavallero. ¡Escuchá!
(Para escuchar el audio desde el celular apretá en “listen in browser o escuchar en el navegador”)
Imperdible historia entre Porta y Cavallero en un Clásico Santafesino
A horas de un nuevo Clásico Santafesino en la ciudad de Santa Fe, Abel “Tano” Porta, exkinesiólogo de Colón, habló en exclusiva con SOL 91.5 revelando una imperdible historia con Pablo Cavallero, exarquero de Unión. Fue en el marco del encuentro en 1998 cuando el Sabalero venció al Tatengue por 2 – 0 con goles de Richetti y Fuertes.
“Los clásicos que gustan son los que uno gana. Ese clásico faltando poquito para que termine hace un gol Pablo Richetti y Pablo Cavallero era el arquero de Unión. Richetti alcanzó a hacer el gol, pero Cavallero lo partió al medio y tuvimos que entrar. Pero en esa montonera que se armó abajo del arco, Cavallero quedó enojado por el gol”, comenzó contando Tano.
“En la montonera alguien por lo bajo le decía ´Cavallero andá a buscarla adentro´. Levanto la cabeza y Cavallero me apunta a mi pensando que era yo quien lo estaba cargado y se me viene”, continuó.
“Mido la mitad de lo que es Cavallero y jamás haría una cargada. Cuando lo tengo a un metro parecía Usain Bolt, llegué al banco y me corrió un par de metros”, relató entre risas.
“El lunes a la mañana, por el interno del teléfono, la secretaria me dice que me estaba llamando Cavallero. Atiendo y me dice ´soy Pablo Cavallero´ y yo le respondo ´Yo soy Fillot´”, ironizó. “Cuelgo y a los 10 minutos me llama de nuevo. A los 20 minutos lo veo a Pablo Cavallero en la puerta del gimnasio”, agregó.
“Me dice ´yo le vengo a pedir disculpas porque yo después del partido me enteré que usted no es así y no me puedo quedar así´. Yo no sabía que decirle. Se tomó el trabajo de venir a pedirme disculpas”, reveló Porta.
“Eso marcó la persona que es Cavallero porque se fue hasta la clínica a pedirme perdón adelante de la gente”, sostuvo.
“Me gustó su actitud porque tuvo presente a un simple kinesiólogo de un equipo contrario”, dijo. “Me sentí alagado”, concluyó.
