Un día antes de la ceremonia inaugural, el periodista fue invitado a la Villa Olímpica para que hablara con sus dirigidos sobre sus experiencias olímpicas.
“A seguir disfrutando de estos Juegos Olímpicos, que los empezamos con vos en esa habitación”. Pasó desapercibida esta frase del Chapa Retegui, entrenador de los Leones, minutos después del triunfo histórico que metió a la selección argentina de hockey sobre césped en la final de Río 2016. El “vos” hacía referencia a Gonzalo Bonadeo, el periodista de TyC Sports que realizaba la entrevista. Pero, ¿de qué habitación hablaba y por qué recordó ese encuentro?
El 4 de agosto, un día antes de la ceremonia inaugural, cerca del mediodía, Bonadeo subió al piso 17 de la Villa Olímpica, ese lugar resguardado exclusivamente para las delegaciones, e ingresó al departamento que adoptaron Retegui, sus dirigidos y sus colaboradores para preparar cada partido de la competencia. El periodista había sido invitado por el propio entrenador. ¿El motivo? Darle una charla motivacional a los Leones.
“Imaginen lo que puede significar para todos llegar al piso 17 de la Villa Olímpica, donde se junta Retegui con sus colaboradores a planear todo. Un lugar súper reservado, súper privado. Para mí era una cuestión subyugante y muy poderosa. Hubo un intento de hacerlo el martes 2 de agosto, pero una negligencia, que no tiene que ver con los Leones, hizo que yo no pudiera ir. Incluso, hubo una calentura feroz porque había sido muy difícil consensuar el horario, por los entrenamientos de ellos y las obligaciones nuestras. Para mí, era una ilusión muy grande poder hablar con ellos. La verdad que yo no sabía si valía la pena para ellos, pero si Retegui lo quería, era un sueño de vida. Arreglamos para el jueves, que hubo un huequito al mediodía”, confesó Bonadeo ayer, en el cierre de la maratónica transmisión, que duró cerca de 15 horas.
Con algo de cuidado, el periodista, que está cubriendo su sexta cita olímpica, reveló algunos detalles de ese encuentro: “Lo primero que hizo el Chapa, además de presentarme, fue exigirle a su equipo que no grabara, motivo por el cual no sé cuánto puedo contar de lo que pasó ahí. Tengo que hablar con el Chapa para ver cuánto me autoriza. Es más: cuando pasaron los cuartos de final, yo me la veía venir. Pero ninguno hizo referencia y a mí me pareció bien, porque hay cosas que son privativas del equipo. Porque efectivamente se hablaron cosas muy íntimas. Pero te voy a tirar una punta de lo que se habló para que vean por dónde vino la cosa”.
Y agregó: “Estos chicos y estos señores que acaban de llegar a la final están como en un hotel seis estrellas. La realidad que viven es sublime. Pero la mayor parte de su carrera no fue así. Fue con la familia que los acompañaba bajo la lluvia a perder 6-0, yendo de Villa Ballester hasta el Tigre. Eso les pasa a muchas deportistas en la Argentina. El hockey en nuestro país, hasta hoy, era sólo para chicas. Esta historia de que el hockey es a las chicas lo que el rugby es a los hombres. Después hubo un montón de cosas que tienen que ver con mi vida. No les puedo explicar cómo es lo suyo, pero sí les puedo explicar cómo es lo mío o qué me hubiese gustado que me pasara en mi vida en otro tiempo. En algún momento, lo vamos a charlar bien (lo que sucedió). Fue un gran orgullo. Y el hecho de que varios jugadores y el Chapa se acordaran de ese momento en el momento más importante de su carrera deportiva me hace sentir que valió la pena”.
Fuente: La Nación
