“A esta parte no la ve nadie” advierte Juan Gufi, presidente comunal. Se trata de dos millones y medios de pesos que desde hace 3 meses no circulan en la localidad. Se le suman los transportistas y los tamberos de la zona. “Estamos en un tobogán y no sabemos cómo vamos a terminar”, afirma.
La economía de Centeno comienza a sufrir las consecuencias de una planta parada desde hace tres meses. Desde el 7 de marzo que se dejó de producir y desde ese mismo día los 62 obreros fueron licenciados. Los trabajadores no cobran en tiempo y formar su salario y las deudas se acumulan. El impacto también alcanza a los transportistas que no llegan hasta el pueblo por tener la fábrica cerrada y se le suma la situación comprometida en la que se encuentran productores tamberos de la zona.
Se trata de un combo perfecto para que un pueblo con más de tres mil habitantes (según censo de 2010) se encuentre en una situación económica y social comprometedora. Es que la fábrica, motor principal de la localidad, no produce y tampoco paga a los empleados.
Es que la planta no está dentro del plan de reestructuración que SanCor realizó para poder recibir el tan esperado salvataje de 450 millones de pesos. En ese sentido, esperan que la cooperativa oficialice tal decisión para avanzar en las otras opciones: una venta o la conformación de una cooperativa. Mientras tanto, la preocupación crece, excede a los operarios de la fábrica y llegó a los comerciantes del pueblo.
Fuente: Uno Santa Fe