El efecto verde que tuvo la guerra entre Rusia y Ucrania en Alemania
Al igual que varios países europeos Alemania tiene una gran dependencia energética del gas ruso. Ante este panorama el país se dispuso a acelerar su transición emergentica a energías renovables, apaliando la crisis climática y dejando de lado su necesidad energética.
La guerra entre Rusia y Ucrania generó un debate interno sobre la posición de Alemania frente el conflicto: por un lado, se planteaba asistir de forma más directa a Ucrania y por el otro cuidar a su gran proveedor de gas. La transición climática fue finalmente la decisión del gobierno.
Alemania proyecta cubrir sus necesidades de electricidad con suministros procedentes de fuentes renovables para 2035. Si bien el aumento en la producción de energías verdes ya estaba anticipado; el objetivo de abandonar los combustibles fósiles estaba propuesto para recién para el 2040. Por lo que esta transición se acelera al menos 5 años.
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Actualmente alrededor del 56% de las importaciones de gas de Alemania proceden de Rusia, una cifra que aumentó 15 puntos en los últimos años, según el último informe de Statistic Review of World Energy.
El gas calienta un 50% de los hogares alemanes y representa el 26,7% del consumo primario de energía, según las cifras gubernamentales.
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Christian Lindner, ministro de Economía alemán, se refirió a las fuentes de electricidad renovables como “la energía de la libertad”.