El mal rendimiento de The Flash
Mucho se podría hablar sobre el desarrollo narrativo de la nueva película donde el actor Ezra Miller vuelve a interpretar al Corredor Escarlata, uno de los personajes más queridos por los lectores de DC Comics. También se podrían señalar aspectos referidos a los recursos tecnológicos utilizados, los efectos visuales, los chistes internos, las apariciones sorpresa de personajes inesperados, incluso la inclusión de Michael Keaton y su legendario Batman. Sin embargo, al tratarse de un ‘blockbuster‘, Warner Bros. Discovery considera un “fracaso comercial” a esta película que no logró acumular las cifras deseadas en la taquilla norteamericana o internacional.
Pero, ¿qué es un blockbuster? Específicamente se utiliza este término -que data de los años 20 en Hollywood- para referirse a una producción cinematográfica cuyo único objetivo y razón de ser es la de generar el suficiente rédito económico que le permita al estudio sostenerse en el tiempo y poder financiar nuevos proyectos. Pero cuando una película de estas características no logra alcanzar las cifras estimadas, apenas alcanzando los costos de producción, los estudios comienzan a hablar de “fracaso“. Cabe destacar que los ejecutivos de Hollywood vislumbran el éxito o el fracaso de cada producción de acuerdo a los números recaudados en taquilla, y pocas veces esto se vincula con la supuesta “calidad” de la producción.
Desde el día de su estreno, The Flash ha mantenido dividida a la crítica; mientras algunos seguidores la consideran la justa dosis de entretenimiento y novedad, muchos otros la tildan como una obra que no supo estar a la altura de las expectativas que había generado durante sus etapas previas a ser lanzada oficialmente.
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De hecho, hasta el momento The Flash ha recaudado US$247 millones en la taquilla global, y eso no ha sentado bien entre los altos ejecutivos de Warner Bros. Discovery. De acuerdo con un informe publicado por el analista Luiz Fernando, la película protagonizada por Ezra Miller “se ha convertido en el peor fracaso comercial de Warner Bros., haciéndole perder al estudio al menos US$200 millones”, un número que supera los US$153 millones perdidos con El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada (Guy Ritchie, 2017).
Esta situación de bajo rendimiento en taquilla presenta diversas aristas, y quizás no tenga relación directa con la participación del director Andy Muschietti o el actor Michael Keaton; aunque más de una persona asegura que la mala prensa hacia Ezra Miller -a causa de una serie de lamentables episodios ante la justicia- fue en parte la razón que llevó a que muchos espectadores decidan no ver la película en cines. Lo cierto es que los números no mienten, y el costo total de producción de The Flash se aproxima a los 220 millones de dólares, siendo lo recaudado un número muy por debajo de lo esperado.
En este contexto, seguidores del nuevo DC Studios de James Gunn y Peter Safran comienzan a especular sobre el futuro de muchos proyectos, o bien, la factibilidad de el horizonte creativo de estos cineastas que han cosechado notable éxito en el pasado trabajando para Marvel Studios. ¿De qué forma el fracaso comercial de The Flash marcará el futuro de DC Studios? Sólo el tiempo podrá decirlo.
