La ITF en conjunto con la ATP y la WTA comunicaron la decisión de suspender las actividades profesionales por seis semanas. El Roland Garros corre riesgo de que no se juegue y se reprograme.
El brote del coronavirus golpea al deporte y el tenis no es ajeno a esta situación. Esta semana el Masters 1000 de Indian Wells decidió cancelar y suspender el torneo que arrancaba este jueves.
Esta decisión puso en alerta a los directores de otros torneos y las máximas autoridades de la ATP, WTA y la ITF. Las tres organizaciones mantuvieron reuniones en las últimas horas donde definieron suspender la actividad profesional por seis semanas.
La decisión de poner una pausa al circuito profesional afectará a los torneos de Miami, Marrakesh, Houston, Montecarlo, Barcelona, Budapest, Estoril y Munich. Asimismo Roland Garros podría verse afectado por esta decisión, ya que las autoridades analizan extender la medida.
La suspensión llega tras numerosas órdenes de restricciones de gobiernos locales, prohibiciones o cancelaciones de reuniones o eventos públicos. La ATP ha estado monitoreando de cerca la rápida evolución de la situación relacionada con el COVID-19, asesorado por expertos médicos y asesores de viaje, así como consultando con las autoridades locales, y revisará continuamente la viabilidad de los eventos que siguen en el calendario.
Esta determinación va a traer aparejado otras discusiones, entre ellas que pasarán con los Masters 1000 de Estados Unidos. La idea de los directores de Indian Wells y de Miami es que ambos torneos reemplacen a la gira de Asía, ya que la cancelación de los torneos generará una pérdida de más de 15 millones de dólares.
Otro de los puntos a determinar será qué pasará con los puntos del ranking ATP y WTA. Los organismo estudian las posibilidades para dar un anuncio preciso luego de que varios profesionales muestren su malestar por la decisión.
