Lo decidió el juez Sergio Carraro, quien consideró acreditados los tres hechos atribuidos al joven de 19 años. El fiscal Estanislao Giavedoni acusó al muchacho de “robo en grado de tentativa”, “robo calificado por empleo de arma” y “robo agravado por escalamiento en grado de tentativa”.
La lista de hechos se remonta al 15 de marzo, cuando en horas de la siesta, Juan Eduardo Bovino intentó sustraer la cartera de una mujer que se encontraba esperando el colectivo en calle Azopardo, en jurisdicción de la Comisaría 10a. Por esa causa había sido identificado y debía presentarse a audiencia imputativa en fiscalía.
Pero sin dudas el más resonante fue el 8 de septiembre, cuando en plena clase ingresó al salón de Plásticas de la escuela Simón Bolívar del barrio Fonavi Centenario, donde tomó por el cuello a la maestra. La víctima, una mujer de 37 años que cursa el séptimo mes de embarazo, relató que el agresor le apoyó un arma por la espalda y que delante de la mirada atónita de un grupo de niños de 6 y 7 años le sustrajo su teléfono celular de la cartera.
Por los techos
Si bien ese día alcanzó a fugarse, una semana después, personal del servicio de cámaras del 911 dio aviso de que un masculino intentaba ingresar por los techos de la escuela ubicada detrás del Fonavi del barrio Centenario, frente a la Circunvalación.
El episodio registrado en horas de la tarde del 15 de septiembre derivó en una breve persecución, que finalizó cuando efectivos de la subcomisaría 1ra. atraparon a Bovino en las inmediaciones de las calles Independencia y J. M. Pérez.
El sábado fue llevado a tribunales, donde fue imputado ante el juez Héctor Candioti; con la asistencia de la Defensora Pública, Magalí Mazza. Este lunes el fiscal Giavedoni insistió con las atribuciones delictivas y el pedido de prisión.
Al término de la audiencia Giavedoni destacó que “el juez Sergio Carraro tomó por acreditados los tres hechos” sobre todo la calificación del caso de la maestra, en el que se le atribuyó a Bovino “el robo calificado por uso de arma”.
Abrazo
El robo a la maestra del 8 de septiembre generó gran conmoción en la comunidad educativa, al punto de que el martes pasado los padres de los 300 alumnos que concurren al establecimiento de barrio Centenario organizaron y materializaron un abrazo, solidarizándose con la docente agredida y reclamando más seguridad para el establecimiento, su personal y comunidad educativa en su conjunto.
Fuente: El Litoral
