Rosalía y Björk: una colaboración a favor del medio ambiente
Se estrenó en las últimas horas el nuevo videoclip de la artista multifacética islandesa, Björk, una producción musical que cuenta con la participación de la cantante y compositora española, Rosalía, en lo que es el primer trabajo conjunto entre ambas intérpretes. El nombre de la canción/videoclip es “Oral“, un proyecto audiovisual con fines benéficos que, según la artista islandesa, es una canción inédita grabada hace 20 años.
El estreno del video ocurrió este martes 21 de noviembre, en coincidencia con el cumpleaños N° 58 de Björk. “Oral” utiliza elementos de un beat dancehall, fusionando recursos estéticos que logran evocar un aspecto onírico, acaso como toda la obra de la islandesa.
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En el videoclip, ambas artistas -representadas por inteligencia artificial- protagonizan una intensa batalla, que bien podría referenciar el objetivo de la canción: recaudar fondos para combatir la piscicultura, algo que supone un “efecto devastador” en la fauna de Islandia, país natal de Björk.
“No es una canción activista, es una canción de amor”
La intérprete de Army Of Me se refirió a su nueva canción en una entrevista para el medio islandés Vísir, y aportó algunos detalles sobre su trabajo con la cantante catalana. Un dato que resulta significativo, es que Björk compuso y grabó la pieza hace 20 años, y ahora la recupera mediante herramientas tecnológicas fusionadas con influencias directas del dancehall de Jamaica.
De acuerdo con la cantante islandesa, el proceso comenzó en marzo de este año cuando se embarcó en la búsqueda de la canción había grabado pero que no recordaba el nombre: “He trabajado con la misma persona y compañía discográfica desde que era niña, y la compañía siempre guarda copias originales de todas las canciones que se escriben. Seguí pidiéndole que intentara encontrar la canción, pero no pudieron encontrarla a pesar de buscar en la parte trasera del almacén, porque no podía decirles cómo se llamaba“, reveló.
Eventualmente, recordó el nombre: “Fue asquerosamente divertido. Estaba en Australia y encendí la CNN, que normalmente nunca enciendo. Luego hubo un escándalo en Estados Unidos de que un aristocrático había conocido a una prostituta o algo así, y el titular que apareció de alguna manera fue como: “¿Fue solo oral o fue completo?“.
“De repente, me di cuenta: ¡sí, la canción se llama Oral! Me llevó veinte años“, contó Björk entre risas. “Se lo envié al agente, que luego encontró la canción y me sentí muy feliz“.
Asimismo, a la búsqueda de la canción se le une una inquietud latente en la artista islandesa: la problemática con los manatíes, una especie en peligro de extinción: “He estado observando esto a lo largo de los años, pero esta primavera fue como si hubiera subido a otro nivel cuando todos estos informes comenzaron a aparecer y el problema se volvió aún más claro. Entonces decidí que donaría la canción a la lucha“, relató.
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Por tal motivo, la pareja artística decidió donar todos los derechos sobre los ingresos generados por la canción a la organización sin fines de lucro AEGIS, para combatir la piscicultura a corral abierto en Islandia, esto es, la cría industrial de salmón. En esa misma línea, las discográficas se han comprometido a hacer lo mismo; “todos los fondos recaudados se destinarán a sufragar los gastos legales de los manifestantes, que emprenderán acciones para detener el desarrollo de piscifactorías intensivas que dañan la vida salvaje, deforman a los peces y suponen un riesgo para el ADN y la supervivencia del salmón. Es crucial actuar de inmediato“, reza el comunicado que puede leerse al principio del videoclip recientemente estrenado.
“No es una canción activista, es una canción de amor“, declaró Björk. “[Somos] canarios en la mina de carbón” de las emergencias medioambientales, porque su trabajo es ser sensibles. La letra de la pieza relata el deseo de acercarse a un amor imposible.
“No tenía sentido publicar (la canción) tal como estaba, tenía que ser en alguna conversación con el presente“. La idea de que Rosalía cantara lo que ella canta le pareció la fórmula idónea de crear una entrada al presente, de convertir el dancehall en pop contemporáneo y acceder así al público más amplio posible. Así, la autora de Motomami ha reversionado la canción para traerla al pop contemporáneo, con la producción de Sega Bodega.
“Además, tiene casi la misma edad que cuando yo compuse la canción. Hay más de veinte años entre nosotras“, puntualizaba sobre la elección de la catalana para el proyecto. “Ambas hablamos de oral, de querer besar a alguien, y es un poco como una máquina del tiempo. Tengo treinta y tantos cuando canto esto y ella también. Desde un punto de vista musical, tiene mucho sentido“.
