El seleccionado de Sampaoli ganaba 2-0 con goles de Banega y Agüero en Krasnodar, pero sufrió cada avance de los africanos que dieron vuelta el resultado y dejan al entrenador en el foco de las críticas.
En Krasnodar, Argentina jugó contra Nigeria con un equipo sin Messi y algunos suplentes que sumaron minutos para mostrarse de cara al Mundial. El primer tiempo la albiceleste dominó al rival todo el tiempo y lo demostró en el marcador. A través de un tiro libre de Banega y un gol del Kun Agüero (se transformó en el tercer goleador histórico de la selección con 36 goles), la selección ganaba 2-0 con comodidad hasta que sobre el final del primer tiempo, Kelechi Iheanacho marcó un golazo de tiro libre el descuento para las águilas.
Con el 2-1 a favor, y sin sufrir sobresaltos, Argentina estaba cerrando una gira por Rusia exitosa. Pero los africanos, en una ráfaga, marcaron tres goles (Iwobi x2 e Idowu) para ponerle cifras definitivas al partido. Lo más preocupante es el cómo defiende la selección. Sampaoli deberá hacer borrón y cuenta nueva y probar nuevos esquemas, no nuevos nombres (si se quiere ser optimista). Argentina sufre mucho en el retroceso, carece de jugadores por las bandas que cubran espacios, por eso lo de probar con otro esquema. También falta un volante central de recuperación porque continuamente los centrales defienden mano a mano con los atacantes y hoy el rival fue Nigeria, no por menospreciar, pero pudo ser Brasil y el resultado pudo haber sido mucho más abultado.
Hasta el próximo año deberemos esperar para ver a la albiceleste en una cancha. Jorge Sampaoli tiene tiempo de sobra para plantearse lo que le dejó esta gira por el país del próximo Mundial.
