El gobernador aseguró que el presidente buscó “entusiasmar a los inversores extranjeros” pero “se olvidó de generar confianza hacia adentro”.
El gobernador Miguel Lifschitz volvió a mostarse crítico con la gestión del presidente Mauricio Macri al señalar que si el gobierno “no advierte ni se tiene sensibilidad suficiente para percibir el malestar social que se refleja en la oposición, va camino a un punto muy complicado de crisis política”.
En diálogo con medios porteños, el mandatario provincial aseguró que: “El gobierno se empeñó demasiado en generar confianza y entusiasmar a los inversores extranjeros, que pareciera que dos años y medio después no están entusiasmados ni confiados con el futuro de la Argentina, y se olvidó de generar confianza hacia adentro”.
Para Lifschitz, la administración nacional marginó a “los industriales, los pequeños y medianos empresarios, los comerciantes, los trabajadores; no se puede pensar en un proyecto de país que no incluye a las mayorías nacionales”.
“El gran problema que tenemos hoy es que todos se están sintiendo afuera de la política económica. No están viendo los beneficios, al contrario, están poniendo esfuerzo y sacrificio para pagar tarifas altas e impuestos. Nada de eso pareciera que vaya a cambiar en el corto y mediano plazo, y eso genera desesperanza”, agregó.
Lifschitz conectó ese déficit político interno con los “fenómenos” económicos que surgieron en los últimos días “como corridas, altas tasas y maniobras de los grandes grupos concentrados, que son síntomas de una economía que no está funcionando bien”.
