En un ambicioso proyecto, el animal tiene como objetivo poblar ciertas zonas críticas del Impenetrable.
Tania, la yaguareté de tres patas, viaja a Chaco
Tania, la yaguareté de tres patas, fue trasladada al Impenetrable de Chaco con un objetivo poblar con su especie distintas zonas críticas donde la supervivencia de este increíble animal ha disminuido poco a poco.
El yaguareté es el felino más grande de América y fue declarado en 2001 Monumento Natural Nacional de Argentina, se trata de un animal en peligro de extinción.
El ejemplar vivía encerrada en el zoológico de Batán, en el suroeste de Buenos Aires cerca de Mar del Plata, fue allí que perdió una pata cuando era apenas una cachorra y producto de ataque de un tigre desde una jaula contigua.
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En la Isla San Alonso, en el Parque Iberán, Tania se cruzó con Chiqui, un macho llegado desde Paraguay y tuvo dos crías llamadas Mbarete y Arami. Eso logró la avanzada del regreso del yaguareté a esos pantanos vírgenes que desapareció hace 70 años víctima de la caza.
La reinserción de esas dos crías y otros tres ejemplares adultos fue el broche de oro a siete años de trabajo por Rewilding, en el rescate de especies amenazadas.
La importancia del yaguareté es indispensable y devolverá el equilibrio al humedal con su reinserción, que está saturado de carpinchos, monos y yacarés (cocodrilos), animales que perdieron su predador natural.
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A Tania se le construyó una jaula especial en el Impenetrable y tendrá como objetivo atraer a otro yaguareté macho, de nombre Qaramta, dentro del enorme territorio que este animal recorre de 90.000 hectáreas.
Según confirmaron las fuentes, el único macho en esa zona es un ejemplar de 5 años de edad y 108 kilos de peso, llamado Qaramta.
Desde la Fundación que la trasladó, se mostraron muy contentos: “Es una gran noticia que un animal con una minusvalía y que parecía condenado a la vida en cautiverio como Tania, no sólo pueda vivir en condiciones seminaturales y cazar por sí misma, sino que se haya convertido en la madre de las primeras crías liberadas en el Iberá. La historia de superación de Tania nos inspira a seguir trabajando y colaborando con otras instituciones para cuidar y restaurar el patrimonio de todos los correntinos y argentinos”, dijeron.
Fuente: La Nación