La cobertura de Sol Play en el embalsado de la Laguna Setúbal
La situación del embalsado natural que se formó a mediados de marzo en los pilotes del exferrocarril que atravesaba la Laguna Setúbal de la ciudad de Santa Fe es, sin dudas, la atracción mayor que presenta actualmente la visual de la mítica Costanera Santafesina. El verdadero muro de vegetación acuática tiene una superficie aproximada de doce hectáreas y genera una problemática: la navegación.
Es que el embalsado evita el cruce de embarcaciones hacia el lado norte del espejo de agua y es por eso que personas agrupadas de distintos clubes náuticos decidieron intervenir, de manera voluntaria, en el ecosistema formado en el lugar con el objetivo de abrir un paso que permita a la corriente comenzar a arrastrar el entramado de plantas.
En una impresionante producción, Sol Play 91.5 se embarcó en una lancha para asistir al lugar de los hechos, al embalsado natural, conocerlo y corroborar la magnitud de la obra de la naturaleza. Además, un dron acompañó desde el aire el trabajo de los periodistas de la radio en el agua.
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El plan de los autoconvocados para abrirse paso
El sábado pasado fue el día en el que los dueños de las embarcaciones privadas pusieron marcha a un dificultoso plan para poder abrirse paso entre la vegetación y se abrió la polémica: ¿Quién debería hacerse cargo y con qué herramientas?
La cuestión fundamental ante esto es el articulado de legislaciones que comprende al dominio de las aguas. La legislación argentina entiende que corresponde a la provincia y también su jurisdicción hacerse cargo de un espejo de agua salvo que las aguas fueran navegables (en ese caso sería jurisdicción federal). De la misma manera, desde la Municipalidad aclaran no tener injerencia sobre el espacio.
A pesar de no contar con las herramientas realmente necesarias y adaptables al contexto, además de solicitar ayuda al Municipio y Prefectura Naval sin obtener más que presencia de guardavidas, los autoconvocados pusieron manos a la obra con lo que tienen a disposición: machetes, guadañas y embarcaciones denominadas “de placer”.
Marcelo Faccioli, miembro de la Comisión del Yacht Club y referente de la organización, consignó desde el lugar de los hechos a Sol Play que “ante la inacción que hay empezamos por algo, vamos a seguir para tratar de abrirlo”.
“La idea es lograrlo, pero no tenemos las herramientas ni las embarcaciones que corresponden. No es lo que realmente se tendría que usar para hacer eso, pero antes que nada, vamos avanzando de a poquito“, reconoció el auto convocado, que además consignó que están en tratativas para conseguir herramientas más indicadas para continuar.
La mirada de los especialistas, entre la intervención humana y dejar actuar a la naturaleza
Otra de las aristas que generó polémica con el embalsado natural fue la situación de interceder sobre un espacio formado naturalmente o no. Por un lado, están los que creen que debe haber intervención humana para lograr que el embalsado siga su rumbo. En contracara, están los que abogan por la naturaleza y confían en que el embalsado cederá en algún momento.
La licenciada en Biodiversidad e investigadora de Conicet Santa Fe, Zuleica Marchetti, le explicó a la redacción de Sol Play que la vegetación se fue incrementando y constituyó una suerte de dique para los camalotes y otras especies acuáticas que llegan y se acumulan.
En palabras de la licenciada, sostiene que “Naturalmente, ni el viento ni el río” van a liberar la obstrucción.
Por su parte, el especialista en Hidrometrología, Luis Dopazo, subrayó que “hay que dejarlo como está y que la misma naturaleza se va a encargar de hacerlo pasar entre los pilares“.
En su explicación, Dopazo argumentó que actualmente la región está bajo vientos del sector norte, que es lo que genera el compacto contra los pilotes. Así, anticipó que un fuerte viento Sur podría desarmarlo dando lugar a que se disipe en partes.
