La Salle se ha constituido, sin lugar a dudas, como el club que más ha crecido en la Liga Santafesina en los últimos años. Consiguiendo su segundo título en Primera, ganando el Federal C y disputando durante dos temporadas el Torneo Federal B, las hazañas del Colegial se cuentan tanto adentro como afuera de la cancha. Charlamos con dirigentes, jugadores y personajes emblemáticos de un club en franco crecimiento.
Allá por el año 1978, un incipiente La Salle comenzaba a desempeñarse en la Liga Santafesina de fútbol. Con el tiempo, las idas y venidas lo depositaban en la Primera División de nuestro fútbol local. Al día de hoy, el equipo del Colegio es el único club de la Liga que ascendió al Torneo Federal B desde la vía deportiva, esto es consagrándose campeón del Federal C.
Además, los dos campeonatos liguistas logrados por el club a lo largo de su historia figuran en sus vitrinas con el orgullo de haberle dado al fútbol grandes personalidades: personas de la talla de Frank Darío Kudelka, Juan Antonio Pizzi, y Diego Barisone, pasaron por los pasillos del colegio y del club.
A propósito de Kudelka, el actual entrenador de Talleres fue el primero en haber logrado un campeonato con La Salle. Fue en el año 1992 y significó el primer título para el club y para el entrenador. César Rodríguez, hoy dirigente, destaca el poderío futbolístico de aquel equipo nutrido en su gran mayoría por chicos del club: “Venían peleando en esa época con Rubén Sabena de técnico antes, hasta que lo agarró Kudelka y pudo salir campeón. Un lindo equipo ese.” Y de hecho, en el campeonato ganado en 2013 pasó algo similar: un grupo de chicos del club, que redondeaban buenas campañas, pero que al final del campeonato se caían y no podían dar el salto.
El que apareció posteriormente fue Juan Carlos Lapalma, el último entrenador campeón en el club. “Es muy importante la cabeza que les hizo Lapalma. Porque siempre estábamos ahí en mitad de tabla y al final nos caíamos. Les cambió la cabeza y los ayudó a tener regularidad” cuenta Rodríguez. Sin embargo, la diferencia con la primera consagración se dio luego de la obtención del título.
Tras ganar el campeonato de 1992, el equipo podía acceder al Torneo Regional en busca de un ascenso. Los dirigentes de esa época decidieron no jugarlo y la mayor parte del equipo dejó el club y La Salle finalizó yéndose al descenso. Tras ganar el Apertura 2013, la comisión directiva esta vez sí decidió jugar el por entonces Torneo del Interior o Federal C. Lo demás es historia conocida: La Salle ganó de punta a punta ese certamen y ascendió al Federal B, la cuarta categoría del fútbol argentino.
“Los chicos todavía no se dan cuenta lo que lograron. Ni nosotros. Yo creo que se van a dar cuenta en el tiempo.” Rodríguez resalta la magnitud de lo logrado, el hecho de haber jugado de igual a igual contra equipos con presupuestos de miles de pesos contra el amateur plantel lasallano. Lo hecho no estuvo al alcance de ningún otro equipo en la ciudad de Santa Fe.
César Rodríguez cuenta por qué creía conveniente jugar los Torneos Federales y cuánto les costó lograrlo
Claro, esta vez los jugadores se quedaron, y al día de hoy el club mantiene prácticamente la totalidad de ese plantel campeón, pese a haber descendido en 2015 del Torneo Federal B. El sentido de pertenencia es grande. Lo dice el mismo Darío Kudelka cuándo se le pregunta por la institución: “Jamás olvidaré aquel gran equipo de La Salle, ni todo su entorno, ni todo su predio, ni toda su historia; a la cual uno ha quedado marcado para el resto de la vida. Realmente es algo que incluso el día de hoy extraño todavía.”
Frank Darío Kudelka recuerda su paso por La Salle y sus inicios en la dirección técnica
Rodríguez también habló de sus sentimientos para con el club. Ante la consulta del momento más emotivo que le tocó vivir no dudó: el partido que les dio el campeonato en San Justo contra Sanjustino en 2013. “Perdiendo 2 a 0, con ganas de irnos a la mitad del partido para Santa Fe de vuelta. Fue algo espectacular. Que los chicos en 20 minutos del segundo tiempo den vuelta el partido, cuando estábamos muertos” recuerda con mucha pasión el dirigente, quién pudo vivir semejante alegría recién diez años después de involucrarse como dirigente. En el medio las vivió buenas y malas, ascensos y descensos, antes de la gran consagración.
Otra de esas cosas que tiene La Salle es la familia. El hecho de que el club esté tan ligado al Colegio hace que ésta tenga un lugar preponderante también en el deporte. En el caso de César Rodríguez, haber compartido todas las alegrías con su hijo Agustín, jugador del primer equipo, “es lo más lindo que hay.” El Rodríguez más habilidoso también está orgulloso de lo compartido junto a su padre: “yo me di el gusto de haber salido campeón con mi categoría, en Reserva, Primera y el Federal C, y poderlo disfrutar con tu papá al lado es mucho más lindo.”
Agustín Rodríguez habla acerca del sentido de pertenencia, del poder compartir el sentimiento con su padre y de los logros conseguidos
A César lo conocen todos en la institución, a Agustín ya lo reconocen por ser uno de los más experimentados del primer equipo. Y eso, según el dirigente, contagia, y hace que de a poco los demás chicos intenten involucrar a sus padres y familiares dentro de la vida institucional de La Salle.
Hay una suerte de rueda que se intenta hacer rodar: que los chicos del colegio jueguen en las inferiores, que los que terminan la escuela sigan en el club, y que a la vez las familias de todos se involucren para que la institución pueda seguir con su vida normal y siga creciendo. Además, un club con sus propias limitaciones necesita que la gente se involucre y que se renueve para poder desarrollarse. Sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad y la multiplicidad de instituciones deportivas que hay en la ciudad; por lo que en La Salle, como en cualquier otro club, es vital que cada vez más gente pueda colaborar.
El mismo Agustín Rodríguez repasa su relación con La Salle y recuerda que hizo desde el jardín de infantes hasta quinto año en el Colegio, las inferiores completas en el club, y hasta tiene compañeros como Manuel Méndez (otro multicampeón) que también siguió ese mismo camino. El mismo Rodríguez destaca y agradece el papel que juega el colegio desde chico y el grupo que se fue armando también en el club.
Sin embargo, la conexión con el Colegio, más allá de ser necesaria, porque la institución educativa nutrió toda la vida al club, hoy la situación hace que se deban tomar algunas decisiones importantes. Actualmente se gestionó una nueva personería jurídica para separar al club del Colegio, de esta forma, las tres disciplinas del club (fútbol, hockey y rugby) tienen un comodato por el que administran casi en su totalidad el predio de Cabaña Leiva. César Rodríguez lo explica fácilmente: “Este año nos hemos independizado con la anuencia del Colegio, por supuesto, para poder trabajar más independientemente y más con decisiones propias. No esperar una respuesta dos meses del ecónomo de Buenos Aires.”
El Colegio, el Club, el sentimiento, todos ellos hacen a La Salle. Los laureles cosechados durante su historia, y sobre todo en los últimos años, le dieron nueva vida a un club con un potencial enorme. La familia, el sentido de pertenencia y la unidad, hacen de La Salle lo que es hoy, y lo que sin dudas seguirá siendo durante mucho tiempo más.
Fuentes:
Entrevistas con Frank Darío Kudelka, César y Agustín Rodríguez
Diario El Litoral, “La Salle hace historia”, publicado el 24 de enero de 2014. Disponible online en: http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2014/01/24/deportes/DEPO-04.html
Diario Uno de Santa Fe,“Club La Salle: hacen escuela”, publicado el 3 de enero de 2016. Disponible online en: http://www.unosantafe.com.ar/ovacion/Club-La-Salle-Hacen-escuela-20160103-0034.html
Foto de portada: Lucas Giacosa
