Patrimonio audiovisual nacional, una cuenta pendiente
La historia de un país no se escribe únicamente en papel, también se plasma en celuloide. Es así que es posible asegurar que la vida de un pueblo está íntimamente ligada al desarrollo, preservación y divulgación de su patrimonio cinematográfico. El que las audiencias contemporáneas puedan acceder a la historia audiovisual de las generaciones pasadas no debería ser un privilegio de unos pocos, al contrario, se convierte en un derecho por el que centenares de instituciones y profesionales luchan y trabajan.
Es así que, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) presentó hace poco más de un mes, el primer Censo Nacional del Acervo Audiovisual, que hoy se encuentra en su segunda etapa de convocatoria, y que se propone realizar un relevamiento sobre el material audiovisual en celuloide existente en Argentina. Se trata de un proyecto organizado en colaboración con el Observatorio Audiovisual, la subgerencia de Gestión en Línea, Sistemas e Infraestructura Informática, y la subgerencia de Comunicación y Prensa del INCAA. Una vez finalizado el censo, los resultados estarán disponibles para consulta del público general. Para más información y consultas, escribir a [email protected]
Aunque esta iniciativa es celebrada en su mayoría por la urgencia y la necesidad del sector audiovisual, la institución a cargo de la industria cinematográfica nacional es, de acuerdo con grandes representantes del cine argentino, responsable del estado de situación actual: la histórica falta de una cinemateca nacional, siendo Argentina uno de los pocos países del mundo en no contar con dicha institución.
Una cinemateca tiene como objetivo la preservación, restauración, divulgación del material fílmico de un país. Es una institución, en general, financiada por el Estado y que también apuesta fuertemente a la enseñanza en la materia. La respuesta ante el reclamo por una cinemateca propia en Argentina es una de las deudas históricas más preocupantes del sector, justamente por la importancia y relevancia de la historia del cine argentina en paralelo con el resto del mundo. La industria cinematográfica argentina es la historia de centenares de artistas, autores, poetas, técnicos y cineastas que lucharon toda su vida por preservar y difundir sus obras, pero el paso del tiempo ha sido cruel, y ante la falta de medidas de seguridad, salvaguardar todo ese material fílmico (celuloide, una sustancia altamente inestable) se vuelve virtualmente imposible. En así que el primer Censo Nacional del Acervo Audiovisual llega como un primer paso hacia un futuro incierto, pero un primer paso de cualquier manera.
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Salvaguardar el acervo audiovisual argentino
“La preservación y el cuidado del patrimonio cultural es una política de Estado fundamental para el fortalecimiento democrático y el pleno ejercicio de los derechos de ciudadanos y ciudadanas a la memoria y a la identidad colectiva”.
El censo está dirigido a instituciones públicas y privadas, coleccionistas, directores, productores y a la ciudadanía en general; se realiza de manera virtual y simultánea en todo el territorio nacional por medio de un formulario online. El objetivo principal es conocer la ubicación, el estado, el nivel de descripción, derechos, condiciones de acceso, reproducción y uso del acervo audiovisual tanto público como privado.
El principal objetivo del censo es desarrollar “un mapeo del material audiovisual que se preserva en Argentina, impulsando encuentros sobre buenas prácticas, lineamientos y/o procedimientos comunes para su tratamiento”. Asimismo, autoridades de INCAA señalan que “permitirá concientizar sobre la importancia de la existencia y la correspondiente conservación, gestión y acceso de esos acervos para el país, y dará la posibilidad de evaluar, elaborar y llevar adelante una política de gestión documental integral conjunta, además de orientar al investigador y al ciudadano en general en la búsqueda de fuentes primarias”.
En su primera etapa, se relevó el patrimonio de instituciones y universidades públicas, archivos, bibliotecas, secretarías de cultura y museos nacionales, provinciales y municipales. En esta segunda etapa, se abrió el censo a la participación de todas las personas que puedan tener materiales audiovisuales y mantenemos la convocatorias a las instituciones públicas con colecciones.
