A un año de la detención de Martín Lanatta, Verónica Devia, presidente comunal de Cayastá, recuerda cómo se vivieron aquellos intensos días en la región. “La situación nos sobrepasó. Nadie dimensionó lo que pudo haber ocurrido”, señaló.
Este 9 de enero cumple un año de la detención de Martín Lanatta en Campo del Medio y dos días más tarde de su hermano Cristian y de Víctor Schillaci en una arrocera de Cayastá.
Se trata de los condenados a prisión perpetua como autores materiales por el Triple Crimen de los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Protagonizaron la fuga más importante del país, el 26 de diciembre y durante dos semanas se convirtieron en los delincuentes más famosos de la Argentina.
Hoy, en Cayastá recuerdan la búsqueda como una anécdota que marcó para siempre a tres localidades que se caracterizan por la tranquilidad y amabilidad de su gente, y el paisaje costero que invitan a disfrutar del descanso y la pesca.
Al cumplirse un año de Veronica Devia, presidente comunal de Cayastá, expresó en los micrófonos de SOL 91.5: “Todo el fin de semana estuvimos dando notas. Volvió el pueblo a conmocionarse como hace un año atrás pero más tranquilo. Ahora no está ni la policía, ni helicópteros sobrevolando como estuvo en ese momento. Para Cayastá fue un impacto impresionante (…) Los dueños del Molino Arrocero y del campo lindero dónde fueron encontrados quedaron conmocionados aún ahora. No es agradable que la gente pare y quiera meterse a ver donde estuvieron los prófugos”.
En cuento a la recompensa que se había ofrecido para quien aportara datos certeros sobre los prófugos, Devia aclaró: “Hasta el momento, nadie cobró nada. Hay gente que la reclamó pero hay un protocolo muy riguroso y no se dieron las condiciones para que suceda”.
“A un año, se generó un movimiento turístico diferente porque la gente viene a ver dónde habían estado los prófugos. El pueblo vive del turismo asi que estamos preparado para eso”, concluyó.
Veronica Devia – S0l 91.5
