Los incendios forestales en Tierra del Fuego se agravan
El fuego comenzó el pasado 30 de noviembre en Tolhuin, Tierra del Fuego, y continua arrazando con los rincones naturales prístinos del lugar, afectando el ecosistema de bosques nativos, fauna silvestre, turberas milenarias y reservas de agua dulce.
Los datos que manejan los brigadistas y civiles voluntarios que trabajan en la línea de fuego son alarmantes. “La situación está descontrolada. Ya se perdieron entre 9 mil y 12 hectáreas de bosque”, aseguró a Radio UBA 87.9 Walter Pérez, uno de los voluntarios encargados de comunicar el día a día en el lugar.
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Por su parte, el viceministro de Ambiente de la Nación, Sergio Federovisky, detalló que en el lugar trabajan 80 brigadistas desde el momento en el que recibieron la solicitud de apoyo, y explicó que “es una zona en la que el fuego está muy metido adentro de un bosque y es bastante difícil el acceso. Es fundamental trabajarlo por tierra. Hemos enviado dos helicópteros con helibalde y un avión hidrante”.
Según las tareas evaluativas realizadas por el Poder Ejecutivo provincial, los sectores más afectados son la Isla Guanaco y el sector aledaño a la zona Estancia Los Cerros. La zona comprometida equivale a cuatro veces la superficie de la ciudad de Ushuaia.
¿Cómo se trabaja en el lugar?
Se trata de un bosque virgen antiguo, con árboles de hasta 40 metros de altura, que se ve rodeado por los focos de incendio desde hace 2 semanas. Pérez explicó que “al ser un bosque con árboles muy altos, el agua que vierten estas avionetas cae solo sobre sus copas”.
Actualmente, los combatientes del fuego cuentan con 2 helicópteros y 3 avionetas hidrantes, aptas para la fumigación e incendios forestales pero de menor magnitud. Por otro lado, unos 52 brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego se sumaron al lugar para colaborar junto a los 30 que ya permanecían trabajando en el área.
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En relación al inicio del incendio, el voluntario encargado de la comunicación declaró que todo indica que “un fuego mal apagado se potenció con las lengas, que son árboles que tiene alta cantidad de lencina y se vuelven muy inflamables” y agregó que es una zona de “alta sequía y vientos fuertes que sobrepasan los 100 kilómetros por hora, que hace que el fuego avance muy rápido”.
