Marcelo Macarrón está imputado por el homicidio; su defensa pide investigar al empresario Miguel Rohrer, sospechoso desde el inicio de la causa.
Marcelo Macarrón, viudo de Nora Dalmasso e imputado como autor del asesinato, declaró cuatro horas en los Tribunales de esta ciudad acompañado por sus dos defensores, Marcelo Brito y Gustavo Liebau. Los abogados adelantaron que se declaró inocente y ratificó dichos anteriores, de cuando fue citado como testigo.
Macarrón seguirá en libertad cumpliendo pautas fijadas por el fiscal Daniel Millares. Sus abogados se reservaron la estrategia de defensa y señalaron que de la acusación no se desprende “nada nuevo”.
Según escuchas telefónicas realizadas por la ex SIDE, el empresario Miguel Rohrer estaba en Río Cuarto el fin de semana que Nora fue asesinada. El informe de la Policía Judicial indica que el número de teléfono investigado estaba “a nombre del señor Miguel Rohrer” y formaba parte de una flota de 17 líneas corporativas utilizadas por la empresa Del Monte Fresh, de la que él era presidente.
Rohrer declaró en la causa como testigo el 12 de enero de 2007, cuando aseguró que estaba en Buenos Aires. En un tramo de las escuchas sobre las que trabajó el fiscal Daniel Miralles se transcribe: “Esta chica (por Nora Dalmasso) se habría enterado que lo estarían usando a Macarrón como que estaba no te digo lavando dinero o algo por el estilo, pero a través de Macarrón, entonces la mujer se entera y se pone loca y el grupo habría dicho ‘mirá negro, encargate de este tema, solucionalo”.
Brito niega cualquier vínculo comercial entre Macarrón y Rohrer y reclama que se lo cite a declarar y se le realicen pruebas de ADN cotejándolo con el hallado en el cuerpo de Nora y en el cinto de la bata con el que la ahorcaron. “No hay nada que incrimine a Marcelo, ninguna prueba nueva”, insiste.
Además de las escuchas, el fiscal se basa en los informes de los forenses respecto a que los fluidos hallados en el cuerpo de Nora (fondo vaginal y vulva) eran “recientes” no compatibles con la relación sexual que mantuvo con su marido días antes y en el reporte del FBI que establece que el ADN corresponde a “Marcelo Macarrón”. Esa pericia fue la que dejó afuera de la causa a su hijo, Facundo, quien estuvo imputado.
“Cada vez que se mueve algo se acusa a un Macarrón”, dijo Liebau y -al igual que su colega- dudó de que el fiscal pueda haber leído toda la causa en 15 días “cuando él mismo nos dijo que le llevaría unos dos meses”.
La coartada de Macarrón es que estaba jugando un torneo de golf en Uruguay cuando fue el crimen. Hay una ventana de unas seis horas en la que sus compañeros de juego y departamento no lo vieron. Tampoco hay constancia de un posible ingreso a la Argentina.
Sobre ese punto Brito sostiene que entró en auto por Gualeguaychú con otras personas. También plantea que los amigos ratifican que nunca se movió de Punta Del Este. Los que ya declararon admitieron que no lo vieron desde después de la cena hasta el otro día.
Fuente: La Nación
