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Colón aclaró algunas cuestiones del pasivo

El club emitió un extenso comunicado donde detalló algunas cuestiones económicas de la institución. Entrá a la nota y mirá todos puntos expuestos.

 

INFORME SOBRE LA SITUACIÓN ECONÓMICA DE LA INSTITUCIÓN

Ante algunos nuevos y malintencionados intentos de generar confusión y desconcierto en el socio y la opinión pública general, y sin que sea nuestra intención dar lugar a un debate público sobre cuestiones que deben dilucidarse en los ámbitos pertinentes, quienes integramos la Comisión Directiva del Club Atlético Colón nos vemos en la obligación de efectuar algunas aclaraciones y consideraciones relativas al pasivo de nuestra institución y a ciertas “particularidades” que debimos afrontar en nuestra gestión, más allá de otras aristas que preferimos obviar en esta instancia en honor a la brevedad.

En este sentido, resulta aconsejable recordar al asumir nuestro mandato debimos afrontar inmediatamente un sinnúmero de lamentables y complejas situaciones generadas por la anterior administración (y no otra), que fueron de público conocimiento y que no pueden ser negadas ni discutidas ni ocultadas, entre las cuales se destacan:

a) La quita de 6 puntos y el riesgo cierto de desafiliación – léase desaparición del mapa futbolístico – a causa de la falta de pago de la deuda mantenida con el club Atlante de México por el pase de Juan Carlos Falcón (hecho sucedido paradójicamente en momentos en que la anterior Comisión Directiva aprobaba la compra de acciones en dólares) . Este descuento de puntos, sumado a la pérdida de puntos por la no presentación del equipo contra Atlético Rafaela por un reclamo salarial del plantel profesional, tuvieron directa e indiscutible incidencia en la pérdida de categoría que sufrimos a mediados de 2014.

b) La libertad de acción de al menos 7 jugadores referentes del plantel profesional por falta de pago de remuneraciones, lo que además de redundar en un perjuicio deportivo implicó el acrecentamiento del pasivo por los reclamos indemnizatorios de dichos jugadores. Ello, a su vez, derivo en nuestra inhibición en la Asociación del Fútbol Argentino con la consecuente imposibilidad incorporar y reforzar nuestro primer equipo profesional para el primer semestre del 2014.

c) Incertidumbre general sobre la extensión y composición del pasivo del club, falta de documentación, cuentas bancarias cerradas, deudas líquidas y exigibles mantenidas con distintos proveedores y servicios necesarios para el giro ordinario del club que generaron un afloramiento de reclamos, intimaciones, demandas judiciales y una avalancha de embargos e inhibiciones que diariamente recibíamos en la institución y que nos imposibilitaba incorporar y transferir jugadores.

d) Una deuda en AFA que oscilaba los 46 millones de pesos GENERADA DURANTE LA ANTERIOR GESTIÓN (y no en otra). Esto es admitido por el propio expresidente, quien mediante distintos medios ha explicado que en el año 2009 Colón era uno de los pocos equipos que no registraba deudas en AFA. A fin de compensar dicha deuda, nuestro club no cobró un solo peso hasta el acogimiento del Salvataje Deportivo, lo que permitió que dicha deuda se redujera a $27.800.000, que es lo que en definitiva peticionó en el salvataje.

e) Una deuda de AFIP de aproximadamente los 23 millones de pesos que corresponde a períodos administrados POR LA ANTERIOR GESTIÓN, encontrándose en discusión la generada con anterioridad al año 2006. A esto debe adicionarse el resultado de tres inspecciones que se llevan a cabo hoy en día en el club por parte de AFIP respecto de períodos anteriores a nuestro mandato y cuya suma final todavía no se ha determinado.

f) Un “subrepticio” condominio generado por la GESTIÓN ANTERIOR con un grupo empresario respecto de los jugadores Luque y Graciani, sorpresa que también “explotó” en las manos de la actual conducción y que se afrontó defendiendo de la mejor forma los intereses de la institución.

g) Más de 300 cheques rechazados por falta de fondos LIBRADOS POR LA COMISIÓN PRESIDIDA POR EL EXPRESIDENTE (Y NO POR LA ACTUAL). Muchos de los tenedores de esos cheques se abstuvieron de presentarse en el procedimiento judicial de Salvataje Deportivo – los motivos que los imagine cada uno – pudiéndose evitar de este modo un aumento del pasivo verificado.

Fue este cuadro de situación lo que a mediados de 2014 nos obligó a adoptar la extrema decisión de someternos bajo el régimen de Salvataje Deportivo, decisión refrendada por Asamblea de Socios y que no solo permitió que la institución funcionara con meridiana normalidad durante ese tiempo, sino que tendió a ordenar el pasivo, evitar el devengamiento de intereses (en la actualidad dicho concepto oscilaría la suma de 15 millones de pesos), e instaurar un control judicial de la actual y de futuras comisiones directivas que evite que las mismas vuelvan a repetir la historia que nos condujo a tal crisis institucional, económica y deportiva. De ahí que a ningún colonista de bien puede preocupar o afectar que el club este bajo dicho control.

De este modo, queda claro que algunas explicaciones o “consejos” dados desde algunos sectores sobre el pasivo y la gestión deportiva de la institución, además de insuficientes e inoportunas (fuera de tiempo y de lugar), resultan, como mínimo, absolutamente desajustadas con la realidad. Máxime si se tiene en cuenta que si bien en el procedimiento de Salvataje se redujo provisoriamente de 110 millones a los 83 millones el pasivo presentado en término por los acreedores (todo exigible y cobrable, ej: AFA, AFIP, empresarios del fútbol, entidades financieras, jugadores, casi todos con juicios ya iniciados y cautelares), todavía falta sumarle los montos que arrojen las sentencias de la gran cantidad de procesos judiciales en trámite – laborales y de otra índole – generados en su gran mayoría durante la anterior gestión (oscilarían entre 15 y 16 millones de pesos más) que deberán presentarse al Salvataje en el futuro, más otras verificaciones tardías y la de AFIP con inspección en curso (seguramente de cuantía importante), lo que llevará a superar con creces los ya de por si cuantiosos 83 millones mencionados.

Sin embargo, a ningún socio o hincha de bien podría sorprenderle este tipo de maniobras especulativas y carroñeras que tienden a confundir y generar rencor entre los colonistas bajo el ropaje de explicaciones o lecciones inofensivas. No sorprende que para dar explicaciones – o no darlas – se elija cínicamente un momento deportivo delicado o que se haga ante un inminente proceso electoral al que ya concurren planteos sospechosamente idénticos a los prodigados por los responsables de la crisis vivida. Tampoco sorprende que “las explicaciones” se canalicen por medios que impidan la interpelación y/o la repregunta sobre aquellas decisiones que desencadenaron los lamentables acontecimientos ya repasados. Ni tampoco que existan comunicadores que coadyuven a amplificar la deliberada confusión, ecos del pasado que hasta olvidan las persecuciones a la prensa o a socios que pensaban u opinaban diferente. Y desde ya que no puede llamarnos la atención que las eventuales exposiciones se realicen utilizando un discurso soberbio, vacío de autocrítica y cargado de comparaciones con clubes diametralmente opuestos (léase “…el Barcelona sin Messi…”). De todo ese manejo, además de cansados y hastiados, los colonistas ya deberíamos estar acostumbrados y advertidos.

Por lo demás, la herencia dejada a nuestra institución por la anterior administración, lejos está de los 83 millones que se intenta minimizar. Las heridas institucionales, sociales y morales son mucho más profundas. La duda, la sospecha y la división entre los colonistas se encuentran vigentes. Las futuras comisiones directivas pagarán el precio de tanta irresponsabilidad y soberbia, pues llevará mucho tiempo reconstruir la institución y recuperar la unidad y semblanza que nos ha caracterizado como pueblo. Y de todo ello, la responsabilidad ha sido pura y exclusivamente de la anterior gestión. De ello, que se hagan cargo quienes la condujeron y la apañaron, al menos, con un respetuoso silencio.

 

De nuestra parte, no nos queda más que sentirnos orgullosos y agradecidos por el trabajo mancomunado de dirigentes, colaboradores, allegados, asociados, profesionales y público general que han asumido con grandeza el desafío de colaborar y comprometerse con Colón cuando este lo necesitó, sabiendo reconocer que siempre, por sobre todas las cosas, PRIMERO ESTA COLÓN.

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