El embalsado de la Setúbal se trasladó de los pilotes al Puente Colgante
Las intensas ráfagas de viento del pasado lunes provocaron la separación de una parte del denso follaje que aún permanece aferrado a los antiguos soportes del puente ferroviario.
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Este fragmento de vegetación, arrastrado por la corriente, llegó a reposar en uno de los pilares del icónico Puente Colgante. Se estima que dicha vegetación acuática, que actualmente abraza la base occidental del viaducto, se desprenderá de manera natural con el tiempo.
No obstante, surge la incertidumbre acerca de las posibles consecuencias si más vegetación del embalse llega a desprenderse y también se posa en los pilares del Puente Colgante. Esta situación podría desencadenarse a raíz de la agitación causada por las poderosas ráfagas de viento.
Es importante recordar que los trabajos destinados a despejar el embalse en la laguna Setúbal dieron comienzo a principios de mayo. La encomiable tarea de remover esta densa vegetación, que anteriormente dividía el cuerpo de agua en dos, bloqueando el paso, fue llevada a cabo por el Ejército Argentino.
Esta intervención resultó fundamental para crear un paso entre los pilares centrales. No obstante, hasta la fecha, una considerable cantidad de vegetación sigue aferrándose a cuatro de los cinco soportes del antiguo puente ferroviario.