La cultura resiste
En los últimos años, la industria cultural argentina ha estado asediada por desafíos y obstáculos. Las crisis económicas, la pandemia que comenzó en 2020, las modificaciones en los hábitos de consumo del público, son aspectos que han influido en la necesidad de organización que caracteriza a las diversas instituciones culturales y artísticas de Argentina. Manifestarse en las calles en repudio al silencio político, sufrir la violencia institucional con el único propósito de ser oídos, agrupar los debates, encausar la lucha colectiva. La búsqueda jamás se trató de subsidios para las artes, ni simples fomentos o incentivos económicos; hablamos de una ley fundamental que asegura el funcionamiento de un sistema que se retroalimenta de la vida misma de esas instituciones que conforman la cultura de nuestro país. Este jueves 27 de octubre, después de meses de mucha disputa y poco debate político, el Senado Nacional aprobó el proyecto de ley que fue impulsado por el diputado Pablo Carro, una ley que prorroga hasta el 31 de diciembre de 2072 las asignaciones específicas para las industrias culturales argentinas.
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Este logro fue posible gracias a la intervención y compromiso de un centenar de trabajadoras y los trabajadores de la cultura de todo el país, con el indispensable apoyo de los representantes del sector y la sociedad en su conjunto.
La renovada normativa extiende la vigencia de las asignaciones específicas previstas en tres incisos del artículo 4 de la Ley 27.432 -reforma tributaria de 2017- hasta el año 2072.
Se trata del gravamen de emergencia a los premios de determinados juegos de sorteo y concursos deportivos; el impuesto a las entradas de cine e impuesto sobre los videogramas grabados; y el impuesto a los servicios de comunicación audiovisual, previsto en la Ley de Medios.
A través de estos tributos se destinan fondos en beneficio del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, el Instituto Nacional de la Música, el Instituto Nacional del Teatro, las Bibliotecas Populares, las producciones del Sistema Nacional de Medios Públicos, el ENACOM, el Fondo FOMECA, y la Defensoría del Público.
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El ministro de Cultura, Tristán Bauer, estuvo presente en el Congreso Nacional durante la jornada de este jueves y, posteriormente, expresó: “La cultura no prescribe. La cultura la hace y la desarrollan los pueblos. Los artistas contribuyen de manera extraordinaria a esa construcción cultural. Yo creo que esto que hoy se sanciona por cincuenta años se va a sancionar para siempre por creo que es fundamental que el estado esté presente acompañando a nuestro cine, a nuestro teatro, a toda nuestra cultura a lo largo y a lo ancho del país. Esto logro se defiende con el trabajo y la militancia de todos nuestros artistas, tal como hicieron para que esto que ocurrió hoy fuera posible”.
Antecedentes
En 2017, el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri impulsó y logró la sanción de la Ley 27.432, con la que afectó la asignación específica de fondos para la cultura que había sido sostenida desde el regreso de la democracia. Esta ley fijó como fecha de caducidad de las asignaciones en diciembre de 2022. En caso de que no se hubiera aprobado hoy en Senadores su modificación, habría dejado sin efecto la financiación del trabajo y la producción de las industrias culturales impulsadas por el INCAA, el INAMU, el INT, entre otros organismos, y el funcionamiento de las Bibliotecas Populares de todo el país, que reciben apoyo a través de la CONABIP.
