Lo afirmó Esteban Paulón, subsecretario de Diversidad Sexual, en dialogo exclusivo con Malas Costumbres por SOL 91.5 luego de conocerse los presuntos cursos para “curar” la homosexualidad impartidos por el Obispado en Madrid. “No es un tema de tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico”, aseguró.
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“No hay nada malo en ser homosexual”
El Gobierno de la región de Madrid investiga los cursos para “curar” la homosexualidad impartidos por el Obispado de la diócesis de Alcalá de Henares, en la periferia de la capital española, tras la presentación de dos denuncias al respecto.
La información se basa en el reportaje de un periodista que acudió de incógnito el 21 de marzo pasado, como “un joven que quiere cambiar su orientación“, a una sesión de terapias ofrecida “para ‘curar’ la homosexualidad” en el Centro de Orientación Familiar Regina Familiae, perteneciente a la Diócesis de Alcalá de Henares.
Según lo denunciado, la ficha de trabajo preparada para la primera sesión apunta a recomendar dejar de consumir pornografía y masturbarse menos.
Al respecto, Estaban Paulón, subsecretario de Diversidad Sexual, dialogó con Malas Costumbres por SOL 91.5 asegurando que “no es un tema de tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico”.
“La orientación sexual es algo que no es inmutable. Uno puede tener una orientación heterosexual en algún momento, puede descubrir u orientarse a la homosexualidad, pero no tiene que ver con una enfermedad. En las líneas generales, las personas de la diversidad sexual o heterosexuales, se mantienen estables a lo largo de la misma orientación sexual. No es un tema de tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico, incluso ya dicho por la Organización Mundial de la Salud de 1990”, explicó.
“Algunos sectores como la jerarquía de la Iglesia Católica entienden que la conducta homosexual, como llaman ellos, la práctica de la homosexualidad, es algo no deseado y por tanto debiera ser corregido”, sostuvo. “En nombre de esa falacia, que no tienen ningún asidero en la actualidad, se han cometido enormes atropellos. El nacismo había convocado a un médico que le había “vendido” la cura de la homosexualidad que estaba basada en métodos de electroshock, violaciones correctivas. 15 mil homosexuales murieron cuando se los ´intentaba curar en algunos campos de concentración´”, ilustró.
“Esta idea de esta persistencia que la homosexualidad es algo malo y, por tanto, debe ser evitado o corregido, sigue estando en ciertos sectores y capas de la sociedad. Viniendo de una institución es más peligroso”, afirmó.
“Hay que tomar con seriedad en término de que, en muchos países, esta creencia popular, mentirosa y engañosa, termina efectivamente en gobierno, organizaciones o sectores avalando tratamientos y cursos para la cura de la homosexualidad. Nunca son amables, tienen que ver con procesos de tortura y abusos que son terribles. Hay que denunciarlo claramente, están prohibidos en nuestra Ley de Salud Mental”, manifestó.
“No hay nada malo en ser homosexual, el problema es la mirada social de algunos sectores y que tenemos que seguir modificando. Hay leyes que nos protegen, pero hay caminos por recorrer”, reflexionó.
“Los esfuerzos de la sociedad para educar van dando sus frutos porque vemos porcentajes crecientes de aceptación y de inclusión. Se ha logrado consensos para que avancen leyes como el Matrimonio Igualitario y la Identidad de Género”, explicó.
Hay sectores de la sociedad que se resisten a estos cambios, que no son cambios caprichosos, sino que representan un sentir mayoritario y cuando esa negación al cambio, se expresa en una actitud concreta que vulnera derecho, ahí está la ley como un efecto pedagógico y la penalización termina teniendo un efecto en relación a cumplir o no la norma”, finalizó.
