Francisco habló en el Palacio Presidencial de Atenas y sostuvo que ante la problemática migratoria, la comunidad europea, “desgarrada por egoísmos nacionalistas, más que ser un tren de solidaridad, se muestra bloqueada y sin coordinación”.
Gira mediterránea del Papa Francisco
En su gira mediterránea, el Papa Francisco pidió al mundo desde el Palacio Presidencial de Atenas, una “buena política” que actúe como “antídoto a las polarizaciones” y al “escepticismo” frente a un “retroceso de la democracia” a nivel global.
Bergoglio destacó la historia de la capital helénica y aseguró: “Aquí nació la democracia. La cuna, milenios después, se convirtió en una casa, una gran casa de pueblos democráticos: me refiero a la Unión Europea y al sueño de paz y fraternidad que representa para tantos pueblos”.
No obstante apuntó: “No se puede dejar de constatar con preocupación cómo hoy, no sólo en el continente europeo, se registra un retroceso de la democracia“, planteó luego. “Requiere la participación y la implicación de todos y por tanto exige esfuerzo y paciencia; la democracia es compleja, mientras el autoritarismo es expeditivo y las promesas fáciles propuestas por los populismos se muestran atrayentes”, dijo.
Leer más: Papa Francisco: “La lección más importante de estas crisis es nuestra necesidad de construir juntos”
“Para que el bien sea realmente participado, hay que dirigir una atención particular, diría prioritaria, a las franjas más débiles. Esta es la dirección a seguir, que un padre fundador de Europa indicó como antídoto para las polarizaciones que animan la democracia, pero que amenazan con exasperarla”, indicó.
“Este país, caracterizado por la acogida, ha visto arribar en algunas de sus islas un número mayor de hermanos y hermanas migrantes que el de los mismos habitantes, aumentando de ese modo los problemas, que todavía se ven afectados por las dificultades que trajo consigo la crisis económica”, aseveró el Papa.
Fuente: Télam
