En respuesta al genocidio y los crímenes contra la humanidad en curso de China en Xinjiang, el gobierno de los Estados Unidos declaró un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Beijing en 2022. El Reino Unido anunció su adhesión a la medida institucional, y este jueves hicieron lo mismo Canadá y Australia.
“Sin Derechos Humanos, no hay Juegos Olímpicos en Beijing”
Este miércoles el Reino Unido anunció que se unirá a la medida propuesta por Estados Unidos. La respuesta de China fue contundente, asegurando que las intenciones del primer ministro Boris Johnson eran difamar los Juegos Olímpicos. El mandatario británico dijo: “Habrá efectivamente un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, no se espera que asistan ministros ni funcionarios”, y agregó, “No creo que los boicots deportivos sean sensatos y esa sigue siendo la política del gobierno“.
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Por su parte, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunció que aunque los deportistas australianos asistirán a las competencias atléticas en febrero, desde el gobierno no enviarán a sus representantes oficiales a Beijing. El líder australiano aseguró que la principal preocupación que desencadenó la decisión fue “los abusos de los derechos humanos”, y se refirió al diálogo que su gestión sostiene con el gobierno chino.
“Estoy muy contento de hablar con el gobierno de China sobre estos temas, y no ha habido ningún obstáculo para que eso ocurra por nuestra parte, pero el gobierno de China no ha aprovechado sistemáticamente esas oportunidades para reunirse con nosotros sobre esos temas”, dijo Morrison.
Asimismo, desde Canadá expresaron su adhesión al boicot diplomático impulsado por Estados Unidos. El primer ministro, Justin Trudeau, aseguró en su cuenta oficial de Twitter: “Canadá sigue profundamente preocupada por los informes de violaciones de derechos humanos en China. Como resultado, no enviaremos representantes diplomáticos a Beijing para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno. Continuaremos apoyando a nuestros atletas que trabajan duro para competir en el escenario mundial”.
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Las razones del boicot
Centenares de activistas se manifiestan para denunciar al gobierno de China en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong. Las acusaciones son por represión política y violación de los derechos humanos. Estados Unidos y otras naciones occidentales acusaron a Beijing por el encarcelamiento de más de un millón de uigures, de mayoría musulmana, en centros de detención de Xinjiang. Ex prisioneros de estos centros aseguran haber sido torturados, violados o esterilizados a la fuerza.
Beijing niega las acusaciones y afirma que “los campos son centros de reeducación diseñados para luchar contra el separatismo y el terrorismo islamista en la región del extremo occidental”.
Aunque el Comité Olímpico Internacional destacó que habilitar los Juegos Olímpicos en un país no significa “aprobar sus normas de derechos humanos”, los activistas se manifestaron en contra de esta declaración asegurando que “permitir la realización de un evento de alto nivel en China legitimaba las acciones del Partido Comunista en el poder”.
