El Parlamento Europeo aprobó este martes un informe que rechaza el proyecto de Florentino Pérez, lanzado en abril de 2021, de crear una Superliga europea de fútbol. El texto ha salido adelante por 597 votos a favor, 36 en contra y 55 abstenciones. El organismo insta a que la Unión Europea presente un modelo deportivo que valore la necesidad de comprometerse con ideales como la solidaridad y la justicia.
¿El fin de la Superliga?
El presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, celebró el informe del Parlamento Europeo. “El mensaje es claro: Europa y los europeos se oponen fundamentalmente a proyectos rupturistas como la fallida Superliga europea, que amenazan los valores del deporte europeo. El fútbol europeo no es un mercado destinado a servir sólo a los intereses de las élites y a los beneficios económicos, sino que es un éxito europeo al servicio de toda la sociedad”, manifestó Ceferin.
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Sin embargo, la posición del Parlamento no contempla la profundidad de la batalla judicial entre la UEFA y la Superliga, iniciada cuando esta elevó una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea donde acusa al organismo europeo y a la FIFA de “abuso de posición y monopolio en la organización de las competiciones internacionales”.
La Superliga publicó un rotundo comunicado sobre el asunto: “Hay una cuestión esencial que, sin embargo, no ha sido abordada por el Parlamento Europeo. Se trata de la necesidad de garantizar que todos los actores que participen en el sector del deporte de la Unión Europea respeten sus valores fundamentales y marco jurídico, sometiéndose a la jurisdicción de sus Juzgados y Tribunales, en particular en materia de Derecho de la competencia. En ningún ámbito de actividad de la Unión Europea serían permisibles actuaciones como las de la UEFA -con sede en Suiza, fuera de la Unión-, que actúa en régimen de monopolio como único regulador y organizador de competiciones europeas, bloqueando cualesquiera iniciativas de terceros que compitan con su monopolio”.
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Superliga
Se trata de una iniciativa creada por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y apoyada por 12 clubes influyentes de España, Italia e Inglaterra: Milan, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, Barcelona, Inter, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham Hotspur. El principal objetivo era “formalizar un torneo más fuerte desde lo económico, lo que hubiese sido un golpe duro para la Champions League, en la que sus fundadores participarían siempre independientemente de los méritos en sus torneos locales”.
