Tres ejemplos de cómo la IA está transformando la lucha contra el Cambio Climático
En un mundo cada vez más preocupado por la preservación del ambiente y la lucha contra el Cambio Cimático, la tecnología se presenta como una aliada crucial. Entre las innovaciones más prometedoras, la inteligencia artificial (IA) se ha destacado en múltiples sectores productivos por su capacidad para impulsar prácticas amigables con el medio ambiente.
Agricultura sostenible: una revolución impulsada por la IA
La agricultura es uno de los sectores más sensibles al Cambio Climático y al agotamiento de recursos naturales. Aquí es donde la IA demostró ser una aliada poderosa. Gracias al avance tecnológico, los productores pueden aprovechar soluciones basadas en la IA para mejorar la eficiencia de sus modelos de producción y reducir el impacto ambiental.
-
Fero Labs: reducción de emisiones en la industria del acero y cemento
La producción de acero y cemento es conocida por emitir grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera debido a los procesos de extracción y transporte de estos materiales. En este contexto, Fero Labs, una empresa estadounidense, creó un software que recopila y aprende de datos históricos para recomendar la cantidad mínima de material adicional nuevo que debe agregarse, si es que hay que adicionar alguno.
-
Rainforest Connection: protegiendo los bosques con IA
La deforestación y la tala ilegal de bosques son amenazas constantes para la biodiversidad y el clima global. Rainforest Connection asumió la misión de proteger los bosques utilizando sensores acústicos en los árboles. Estos “escuchan” lo que ocurre en el bosque y lo transmiten en tiempo real a una nube. Así, un sistema de aprendizaje automático reconoce sonidos específicos, como los de una motosierra o un camión, y envía alertas a las autoridades locales.
-
Agvolution: agricultura precisa impulsada por la IA
La agricultura moderna enfrenta el desafío de maximizar la producción de alimentos mientras minimiza el consumo de recursos naturales, como el agua. En esta búsqueda de la eficiencia y la sostenibilidad, la empresa alemana Agvolution desarrolló un software de IA que utiliza datos de sensores solares para controlar el microclima alrededor de los cultivos. Los dispositivos miden la temperatura, la humedad, la radiación y la humedad del suelo en el campo. Y estos datos son utilizados por los algoritmos para hacer recomendaciones precisas sobre el estado de las plantas e indicar la cantidad de agua y fertilizante que se debe utilizar.
Si bien estas AI se presentan como grandes aliadas, es necesario destacar que la mayoría de estas tecnologías demandan una gran cantidad de energía para sus procesos e incluso almacenamiento de datos, por lo que se recomienda siempre usarlas con cautela.
