Reclamo de la comunidad santotomesina
El Club Santoto Voley, donde se congregan 389 niños para practicar su deporte favorito y disfrutar de los beneficios de la actividad física, se verá obligado a mudarse de su sede actual en la calle Derqui 2236 de Santo Tomé. Esto se debe a una decisión del municipio santotomesino, originada por quejas de vecinos cercanos al gimnasio del club sobre supuestos ruidos molestos.
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La Municipalidad emitió un decreto que establece que el club debe abandonar sus instalaciones actuales en un plazo de un año, generando incertidumbre sobre dónde podrán reubicarse. Carlos Hauque, presidente del club, expresó su preocupación por la situación de los niños y afirmó que el gimnasio está insonorizado con respecto a la pared colindante.
Según Hauque, “el martes cuando abrimos el club luego del fin de semana largo se apersonó un inspector de la Municipalidad con un decreto donde la intendenta nos intima a que en el plazo de un año abandonemos esta sede. Nosotros hemos buscado por todos lados y sabemos que en Santo Tomé no hay un espacio que pueda albergar al club, por lo que es un decreto que nos está obligando a cerrar y eso ellos lo tienen claro”.
Hauque informó que la noticia fue sorpresiva para el club, ya que mantenían una comunicación constante con las autoridades municipales. “Hay gente que viene a las 14 o 14:30 a entrenar porque después trabaja o tiene a su cargo sus hijos, otros chicos de 15 a 19 años tienen escuela y/o facultad” agregó.
Al respecto de cómo recibieron la noticia, Hauque expresó: “Para nosotros es sorpresivo. Tenemos contactos continuos con todos los estamentos de la Municipalidad y ahora nos enteramos de este decreto. Hay horarios, como después de las 18 horas, donde lamentablemente tuvimos que rechazar inscripciones porque no podemos tener más. Ahora tenemos casi 40 chicos por cancha y ya no se trabaja bien”.
Sobre los fundamentos de la medida dictaminada por el municipio, desde el club afirmaron que “el decreto viene por la denuncia de una vecina que desde el 2018 viene diciendo que no quiere tener el club al lado”. Sobre esto, agregó: “Ella tiene una pared lindante, la cual hemos insonorizado con la que creo que es la mejor empresa en el rubro. Se queja de golpes en la pared, lo cual no puede ser porque esta insonorización tiene una cobertura de madera. En alguna ocasión ha pegado, se ha roto y la hemos arreglado. Es un gasto bastante oneroso que lo cuidamos como oro”.
